El gobierno que encabeza Marcelo Orrego quiere enfocar las líneas de crédito y de capacitación para que, una vez que los proyectos de las distintas mineras entren en actividad, el grueso de las inversiones sea para proveedores de las comunidades y la provincia. A su vez, las cámaras empresariales de proveedores apuntan a organizar tareas conjuntas para sacar mayor provecho y que el impacto en la economía local sea mayor en el futuro.  Una de las prioridades es revertir cómo se distribuye la inversión en la actualidad en la industria minera. Según calculan desde el sector, entre el 70% y el 80% de los contratos que firman las operadoras de las minas metalíferas que están en actividad (Veladero y Gualcamayo) son para proveedores sanjuaninos.  A la vez que un alto porcentaje de estas pertenecen a los departamentos Iglesia y Jáchal. Pero, si el cálculo tiene en cuenta la cantidad de dinero que gastan las compañías, la ecuación cambia y la mayor parte sale de San Juan, debido a que muchos de los insumos más caros se compran afuera.  En ese marco, el Ministerio de Minería, que encabeza Juan Pablo Perea, trabajará en conjunto con la cartera de Producción, que conduce Gustavo Fernández. Este último explicó que su área se sumará debido a que conocen mejor el funcionamiento de las pymes, que son a las que quieren apuntalar. Además, con la incorporación de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, que se financia con un 1% de las regalías mineras, cuentan con fondos para estos desarrollos. Por eso, en su cartera, los proveedores mineros son uno de los sectores prioritarios para trabajar de forma directa, indicó.