Karina Milei busca reducir casi a la mitad la planta de empleados dependientes de la secretaría general de Presidencia. Según se pudo saber, auditó a la cartera y junto a su equipo técnico cree que puede funcionar con un poco más de 600 trabajadores de los 1060 que la componen. Desafectó alrededor de 60 empleados en diciembre al no renovar los contratos de 2023 y tiene pensado continuar con la reducción de su secretaría. El recorte será escalonado y cada mes tendrá su criterio. La línea con la que avanzarán en enero se basa en “reducir la acumulación de empleados para una misma función”. Sostienen que donde hay tres trabajadores y se pueda funcionar con uno, se quedará el que consideren más eficiente y el resto se desafectará. Es por eso que el Gobierno sigue expandiendo la auditoría y la delega en cada uno de los directores de sector: quiere hacer un reconocimiento de los empleados para retener a los que les interesen y desprenderse del resto. De la cartera que maneja Karina Milei dependen la Unidad Gabinete de Asesores, Casa Militar y las subsecretarías de Coordinación Administrativa, de Gestión Institucional, de Planificación General y de Asuntos Presidenciales. Desde el Gobierno, expresaron que se reducirá el personal en todas las áreas en línea con la quita de horas extras que impulsó el Gobierno a través del secretario de Transformación del Estado y de la Función Pública, Armando Guibert. Esto produce tensión entre el oficialismo y los empleados de la Casa Rosada, representados en parte por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y por la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN). Lo que plantean desde los sindicatos es que se sostenga el pago asignado a las horas extras hasta que se estabilice la situación y se realice un aumento significativo.