El partido de River ante Atlético Tucumán no arrancó de la mejor manera. Es que el Millonario tuvo un penal a favor para ponerse al frente en el marcador, pero Esequiel Barco hizo caso omiso a la orden de Martín Demichelis, se peleó con Miguel Borja, pateó dos veces el penal... ¡y lo erró en ambas oportunidades! Todo empezó cuando, a los 19 minutos de la primera mitad, Nacho Fernández fue derribado en el área por Néstor Breitenbruch, algo que el árbitro, Nazareno Arasa, decidió sancionar con la pena máxima. En ese momento, Borja quiso tomar la pelota, pero Barco se negó y tomó la decisión de patear él. La calentura de Borja era visible y el colombiano pateó una pelota lejos mientras sus compañeros lo intentaban calmar. Barco, en tanto seguía firme junto al punto del penal. Así, el exjugador de Independiente y Atlanta United tuvo su remate, pero José Devecchi contuvo el disparo con sus piernas. Invasión de campo, segundo intento para River y otro round entre Barco, Borja y Demichelis Mientras Atlético Tucumán celebraba el penal atajado, el árbitro esperaba la decisión del VAR respecto de una supuesta invasión del área por parte de Alexis Flores. Al revisar la evidencia, desde la cabina le indicaron al juez que la invasión había existido y que el penal debía patearse de nuevo. En paralelo a esto, Demichelis intentaba calmar a Borja y daba la orden a Barco para que el colombiano realice la ejecución en la segunda oportunidad, pero Barco seguía empecinado en patearlo él y no cedía a los reclamos. En el banco de suplentes de River todo era confusión y enojo por la decisión de Barco. Arasa dio la orden para que se realice de nuevo el penal y Barco volvió a malograr su intento con un remate demasiado alto que jamás tuvo chances de ser gol. ¿Y Borja? Simplemente se limitó a trotar de regreso, sin hacer reclamos, mientras Demichelis se lamentaba en el banco de suplentes. La decisión final de Demichelis: afuera Barco, adentro Mastantuono Cuando todo parecía haber quedado atrás, el inicio del segundo tiempo añadió más leña al fuego como consecuencia de la decisión de Martín Demichelis de sacar a Esequiel Barco en el entretiempo y mandar a la cancha a Franco Mastantuono.