El Ministerio de Capital Humano comenzará esta semana a licitar la compra de alimentos “destinados a mitigar las demandas de la población en situación de vulnerabilidad”. Será a través de dos convenios que ya firmó con Naciones Unidas, por $20 mil millones: uno con el proyecto PNUD ARG 20/004 y otro con la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). De esta manera el Gobierno de Javier Milei dejó atrás las “metodologías grises” que utilizaba la administración de Alberto Fernández para realizar este tipo de compras y quitó la intermediación de los dirigentes sociales y piqueteros. Fuentes oficiales también destacaron que se dará una “mayor transparencia en el proceso administrativo y de entrega de los productos a los sectores más necesitados”. El viernes, ante la Asamblea Legislativa, Javier Milei cuestionó en duros términos a la gestión del por entonces Ministerio de Desarrollo Social: “Absorbimos funciones que realizaban en forma no auditada, sin registro y sin control, las organizaciones sociales como la entrega de alimentos. Ahora sabemos exactamente qué pasa con cada bolso de comida que se reparte”, expresó. Sus palabras estaban basadas en una auditoría interna realizada por la cartera que conduce Sandra Pettovello -que publicó este medio- en la cual sobresalen sobreprecios de hasta un 500%; cartelización en las compras; direccionamiento hacia empresas y sociedades; y “falta de trazabilidad” en el destino de los alimentos que salían de los depósitos del ex Ministerio de Desarrollo Social hacia las organizaciones sociales que forman parte de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) y piqueteros de izquierda. El 80% de esos despachos “no fueron rendidos”. Eso no quiere decir que no hayan llegado a destino, sino que no existe constancia a qué comedores fueron ni a cuántas personas asistieron. La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) también detectó falta de trasparencia en la distribución de los alimentos y reclamó más “controles”, algo que, según esos dictámenes, la administración anterior “no implementó”. Según pudo reconstruir Infobae a través de fuentes oficiales, las compras de alimentos implementadas por Pettovello “tienen grandes ventajas” si se comparan con la metodología utilizada por el ex Ministerio de Desarrollo Social durante los últimos cuatro años. La lógica de los funcionarios de la Libertad Avanza es “romper” con esa metodología, hacerla trasparente y que los insumos lleguen de manera directa a los sectores más vulnerables, quebrando parte de “la tercerización que se realizaban a través de los “gerentes de la pobreza”, tal las palabras utilizadas por Milei el viernes. Desde la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, a cargo de Pablo de la Torre, que actúa bajo la órbita de la cartera de Capital Humano, “los procedimientos de compra son publicados ampliamente, no solo en las gacetas oficiales, diarios de amplia circulación, sino también en los portales web del Proyecto, de amplia difusión y consulta, lo que asegura una extensa difusión y una mayor concurrencia”. El 8 de febrero pasado, Pettovello anunció la firma de convenios por $20.000 millones para la compra de 5 millones de unidades de alimentos con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) en el marco de la ampliación del Programa de Abordaje Comunitario. La licitación, que se publicará esta semana, es por tres millones de unidades de “leche en polvo, arroz y fideos”, un millón cada una. En cambio, a través del convenio firmado con la OEI se licitará la adquisición de 1.650.555 botellas de 900 ml de aceite de girasol, que tienen como destino los depósitos de Villa Martelli en Buenos Aires y Tucumán y la misma cantidad de paquetes de lentejas de 400 gramos que tienen el mismo destino.