Una ataque terrorista perpetrado por el Estado Islámico ocurrió este viernes en la sala de conciertos Crocus City Hall, en Krasnogorsk, a las afueras de la capital de Rusia, Moscú, que, según el balance provisorio, dejó al menos 143 muertos, indicó el Comité de Investigación de la Federación Rusa aunque se teme que la cifra aún podría aumentar. “Los servicios de emergencia han encontrado más cadáveres mientras retiraban los escombros. El número de muertos asciende ahora a 143 personas”, dijo en un comunicado el comité. Videos compartidos en redes sociales muestran a la gente que estaba a la espera del inicio de un show del grupo Piknik huyendo del salón, así como una densa nube de humo negro saliendo del sitio y se reportó también el colapso del techo del lugar. Inclusive, TASS sumó que un tercio del edificio quedó envuelto en llamas, aunque el fuego ya fue controlado. “Los combatientes del Estado Islámico atacaron una gran agrupación de cristianos en la ciudad de Krasnogorsk, en las afueras de la capital rusa, Moscú, y mataron e hirieron a cientos de personas y causaron una gran destrucción en el lugar antes de retirarse a sus bases de manera segura”, publicó la agencia Amaq, órgano de propaganda del grupo, en Telegram. Durante horas, se llevó a cabo la evacuación y, ahora, continúa la evaluación del edificio. Al menos unas 100 personas salieron por el subsuelo del lugar mientras otras tantas fueron rescatadas del techo con equipos especiales para dicha altura. Dave Primov, presente en la sala, comentó a Kommersant: “Faltaban literalmente 10 minutos para el inicio del concierto, el 70% de toda la sala Crocus ya estaba reunida y escuchamos lo que pensé que eran fuegos artificiales, en el lado izquierdo, en algún lugar fuera del pasillo. Vimos cómo una multitud de personas de abajo empezaban a moverse como ríos y, entonces, nos dimos cuenta de que algo andaba mal. La gente empezó a gritar y a correr y empezaron los disparos, sólo ráfagas de ametralladora. Dispararon directamente a la multitud contra la gente”.