a poco de comenzar el otoño, en San Juan hubo frío con humedad y nieve en alta cordillera. Esas precipitaciones son comparables con los años de mejores nevadas y, por ende, generan buenas expectativas para el año hídrico de la provincia, en un escenario de profunda escasez de agua. En este sentido, Silvio Pastore, director del Gabinete de Estudios de Geocriología, Glaciología, Nivología y Cambio Climático de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), se mostró cauteloso y aseguró: “Esta precipitación del fin de semana pasado es muy alentadora, pero no ha sido extraordinaria y deberemos esperar para ver cómo se comporta el clima en el mediano plazo, en los próximos tres meses. “Hay una clara relación entre las precipitaciones en la cordillera sanjuanina y el fenómeno ENSO (El Niño-Oscilación del Sur). En esta oportunidad, tenemos anomalías positivas en la temperatura del Océano Pacífico Ecuatorial (año Niño), desde julio de 2023, y esperamos que su efecto se produzca en nuestro otoño-invierno del 2024”, explicó. Como señaló Pastore, anomalías positivas quiere decir que la temperatura del océano está por encima de la temperatura promedio, ello produce mayor evaporación de sus aguas y provoca en esta región más precipitaciones en cordillera. La nieve es normal en esta época del año, de acuerdo al contexto de años húmedos o promedios del pasado. “Es decir que es esperable que la estación de otoño sea el inicio de las precipitaciones de alta cordillera”, indicó el geofísico de la UNSJ. A su vez, explicó que esta nevada no es señal directa de que este año será mejor en cuanto a los índices hídricos, ya que las mediciones que monitorean están con base en la temperatura del Océano Pacífico Ecuatorial, y estos índices actuales señalan similitudes con los años 1972, 1997 y 2016. Todos ellos fueron años con mayor oferta hídrica, con precipitaciones en alta cordillera. Fuente: UNSJ.