Desde el Ministerio de Familia y Desarrollo Humano, a través de la Dirección de Políticas para Personas Mayores, organizo una jornada de danza en las que se destacan: folclore, tango y bailoterapia. Cabe destacar que dicho encuentro se debe al Día Internacional de la Danza que se celebra el día 29 de abril, fecha que recuerda el nacimiento del Jean Georges Noverre, considerado el creador del ballet moderno, resaltando, de esta manera, la multiplicidad y la universalidad de esta forma de arte. Desde talleres y espectáculos, hasta presentaciones y eventos comunitarios, el Día de la Danza se celebra en todas sus formas y su capacidad de inspirar, unir y transformar. La danza involucra el aprender y recordar secuencias de movimientos, lo cual estimula la memoria y la concentración. También, coordinar los movimientos con la música fomenta el desarrollo de prácticas cognitivas y la conexión entre el cuerpo y la mente. Las personas mayores que participan en actividades de danza notan un gran estímulo en desarrollar nuevas destrezas y adquirir nuevos conocimientos. Además, la danza provoca la creatividad y la expresión artística, favoreciendo a conservar la mente activa y flexible. Los beneficios en la salud física son variados: mejorar la flexibilidad y la fuerza muscular, estimula la memoria y la coordinación. A su vez, mejora el ánimo y fortalece las actividades cognitivas. Además, al participar en actividades sociales como el baile, las personas mayores pueden mejorar su autoestima, confianza y superar la timidez, lo que les ayuda a lidiar con la soledad y a sentirse más conectados con los demás. Por eso, la cartera social pone el foco y prioriza la salud física, psíquica para un envejecimiento activo, estas políticas tienen como objetivos garantizar el derecho al cuidado y buen trato, originar el envejecimiento saludable abordando sus necesidades concretas y promoviendo su bienestar.