El autodromo El Villicum de Albardón fue escenario de un robo. Dos guardias de seguridad del lugar sustrajeron arios dispositivos tecnológicos. El descubrimiento de su delito lo realizó su propio director de custodia. Según fuentes policiales, el director presentó una denuncia a la Comisaría 18º después de notar una ventana abierta y zapatos abandonados en la oficina donde se guardaban las llaves del autódromo.  Revisando las cámaras de seguridad, descubrió que dos empleados habían estado en el complejo fuera de su horario autorizado, ingresando a la oficina de Control Race, a la que no tenían acceso. En el interrogatorio uno de los gaurdias confesó el robo admitiendo que junto a su compañero sustrajeron los objetos y posteriormente los arrojaron en un descampado.  Gracias a los datos proporcionados, la policía junto con la UFI de Delitos contra la Propiedad llevaron a cabo investigaciones que resultaron en allanamientos a los hogares de los sospechosos. Todos los objetos robados fueron recuperados, lo que llevó al arresto de los dos guardias.