La causa por la balacera ocurrida el miércoles de la semana pasada contra una estación de servicio Puma de la zona sur de Rosario, donde dos sicarios en moto realizaron cuatro tiros contra el minishop y dejaron una nota en la que está mencionado Ángel Di María, tuvo a su primer imputado. Se trata de Marcos Natanael Sánchez (21 años), hermano del preso Roberto Elías Sánchez, quien se encuentra alojado en la cárcel de Piñero, donde cumple una condena a 18 años de prisión por un homicidio de 2021. Marcos Sánchez –detenido el viernes de la semana pasada por la Policía de Investigaciones en el barrio Santa Lucía– fue acusado por el fiscal Franco Carbone como el presunto autor de los disparos que dieron contra los vidrios del local, en el que había empleados y clientes al momento del ataque. Para ello, funcionario del Ministerio Público de la Acusación se valió de una huella suya que fue levantada por parte de peritos de una moto Keller roja 110CC que incautó la Policía de Acción Táctica en la zona de Flammarion y las vías del ferrocarril minutos después del hecho. La moto en cuestión fue hallada cerca del lugar del ataque sin ocupantes y tenía una denuncia por robo del 25 de mayo pasado, en Uriarte al 7800, en el extremo oeste de la ciudad. De acuerdo a las tareas de los investigadores policiales, el vehículo tenía características similares a las que había sido vista por los trabajadores de la estación de servicio, testigos de la balacera. Además, el vehículo había sido captado por las cámaras de videovigilancia del predio. El juez penal de primera instancia Hernán Postma hizo lugar a la imputación y ordenó la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley para el presunto sicario. La principal hipótesis del caso es que no se trató de una amenaza para Ángel Di María, sino que se utilizó su nombre en el papel escrito para mediatizar el atentado. El hermano del imputado, según los datos ventilados en la audiencia que se llevó a cabo en el Centro de Justicia Penal, está actualmente alojado en un pabellón común. Se desconoce si él quiso enviar un mensaje a través del atentado, o si lo hizo por encargo de otro recluso. Por su parte, resta detener a la persona que manejó la moto al momento de la balacera. En los procedimientos que llevó adelante la Policía de Investigaciones por la causa hubo varios sospechosos demorados, pero los fiscales no hallaron evidencia suficiente para atribuirles la participación en el caso.