Sabado 21.12.2024
Actualizado hace 10min.

Cantero dio detalles de sus diálogos con Fabiola Yañez: “Me sorprendieron muchísimo los golpes”

La histórica secretaria de Alberto Fernández declaró durante tres horas ante el fiscal Ramiro González.

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“Me sorprendieron muchísimo”. Con esa frase, María Cantero describió su reacción cuando Fabiola Yañez le envió las fotos del ojo morado y los brazos con moretones. Según su relato, Fabiola le dijo que recibía golpes periódicamente. Cantero admitió que conoce a su jefe, Alberto Fernández, desde hace 35 años y mantiene con él una relación de confianza y amistad, pero afirmó que con el entonces presidente “no hablaba de su vida privada”. Por eso, dijo, tampoco le habló de lo que le había contado la primera dama. “No me correspondía”, habría dicho, señalaron fuentes judiciales.

Cantero señaló que los chats fueron justo un año después de la Fiesta de Olivos. Admitió que tenía poca relación con Fabiola y que se comunicaban por WhatsApp. A ese teléfono “de siempre”, la pareja de Alberto le envió los chats que “salieron en todos los medios”. En su declaración, admitió que Fabiola le hablaba sobre los golpes y que habían discutido por los mensajes que le enviaba una amiga. Esa amiga sería Sofía Pacchi, la asesora de imagen durante la Fiesta de Olivos, quien también está citada a declarar en esta causa.

Los mensajes que quedaron en el foco judicial ocurrieron el 12 de agosto. Es María Cantero quien inicia el diálogo con un: “Hola Faby. Quiero que sepas que contás conmigo para lo que necesites. Hablar, gritar, putear o cagarnos de risa. Lo que quieras. No permitas que ningún hdp te baje el ánimo o te entristezca. Todo pasa y vos tenés muchas cosas buenas por hacer. Te quiero mucho y acá estoy”.

“Solo quiero un poco de alegría, María!!!”, responde la entonces pareja del presidente. Envía un adjunto. “Te quiero, gracias siempre”, le dice. La secretaria vuelve a mostrarle su apoyo. “Gracias María!!! No sabés cuánto lo necesito en este momento. Te lo digo llorando. No aguanto más esto”.

“Faby, ninguno de estos personajes vale una lágrima tuya”, le dice la secretaria. “Sos fuerte, inteligente y hermosa. Y el sostén del hombre más importante. Siempre van a buscar con qué joder. Tenés un lugar muy importante donde podés hacer muchas cosas buenas y las boludeces que digan no te lo pueden sacar”.

“Y si ese hombre te golpea”, dispara Fabiola. “Con mucho llanto te digo esto. Él sabe que yo podría estar embarazada e igual me golpeó. No sé qué más decir ni a quién aferrarme”.

MC: —Vos tenés que estar bien, Faby.

FY: — Anoche me pegó.

MC: — Todo esto es una locura.

FY: — Hoy me agarró del cuello. Y sabiendo que puedo estar embarazada, me pegó una patada en la panza.

En otro momento, Fabiola le dice: “¿Por qué tiene que llegar y lastimarme y golpearme?”. Cantero le contesta que “nunca” al entonces presidente lo escuchó “hablar con alguien con el cariño que lo hace con vos”. “Pero en la práctica no es igual”, agrega: “Me agarró del cuello, me sacudió los brazos y tengo moretones. Me pegó un día en la cara y tengo el ojo negro”. Añadió: “No es una vez. Son muchas”.

Los chats fueron una pieza clave en la declaración testimonial que prestó Cantero. La ex secretaria del presidente llegó acompañada por abogados. Eran sus defensores en la causa de los seguros. Si bien un testigo está obligado a decir la verdad y no declara con abogados, Cantero se sentía expuesta. Es que los chats que se analizan en la causa de Fabiola son parte de otra gran trama de diálogos con su pareja, el broker Héctor Martínez Sosa, que la comprometen en la investigación por corrupción junto al expresidente, por el negociado de los seguros.

Durante tres horas, la mujer estuvo declarando frente al fiscal Ramiro González, la abogada de Fabiola Mariana Gallego y la defensora de Alberto Fernández Silvina Carreira. “Fue una declaración a tirabuzón”, dijo a Infobae una fuente consultada. Afuera, una nube de periodistas la esperaba para poder obtener su imagen y alguna declaración. Con un piloto y el pelo recogido, la mujer llegó al quinto piso por un ascensor lateral que le permitió esquivar a los periodistas. A la salida, ya no pudo. Pero no dijo una palabra. Sabe que tendrá que volver al edificio más adelante, si el juez Ercolini activa las indagatorias en la causa por los seguros.