El Cometa C/2023 A3 Tsuchinshan-ATLAS viene prometiendo un espectáculo celestial memorable cuando se acerque al sol y la tierra entre fines de septiembre e inicios de octubre. Actualmente, se encuentra más allá de la órbita de Júpiter y sólo se lo puede distinguir con potentes telescopios gracias a su especial brillo. Este cometa no se había acercado a la Tierra en 26.000 años y le lleva 200 años orbitar. Astrónomos y aficionados con telescopios y cámaras fotográficas lo esperan, cercano y bien luminoso, para tenerlo en la mira el 2 de octubre, cuando se aproxime a tan solo 0.56 unidades astronómicas de la Tierra, equivalentes a unos 83.774,807 kilómetros. El hemisferio sur tendrá mejores oportunidades para observar su brillo máximo de magnitud 2, que deberá ser buscado entre las constelaciones de Virgo y Leo, apenas por sobre el horizonte, con la orientación sudoeste y oeste, justo debajo de Heze y al norte de Spica, la estrella más luminosa de esa constelación. Proviene de la Nube de Oort, una región lejana del sistema solar, y su brilloso núcleo, que varía entre 6 y 15 kilómetros, viaja a una velocidad de 290.664 kilómetros por hora.