En La Gran Motte, Francia, un policía municipal resultó herido durante un ataque incendiario que afectó a dos vehículos y provocó la explosión de una bomba de gas cerca de una sinagoga. El ataque, identificado como terrorista, también incluyó incendios en las puertas de la sinagoga Beth Yacoov, aunque las cinco personas en su interior, incluido el rabino, resultaron ilesas. La Fiscalía Nacional Antiterrorista (PNAT) se encargó de la investigación, con cargos de intento de asesinato, destrucción con medios peligrosos y asociación de malhechores, todos con motivaciones terroristas. El presidente Emmanuel Macron y el primer ministro Gabriel Attal condenaron el ataque, destacando el compromiso de proteger los lugares de culto y luchar contra el antisemitismo. La comunidad política francesa en su conjunto ha repudiado el atentado y reafirmado su rechazo al antisemitismo.