Después de una de sus semanas más problemáticas en términos políticos y legislativos, el Gobierno apuesta a una depuración de sus filas para evitar escenarios como los que se vivieron díasatrás, en los que abundaron conflictos internos en La Libertad Avanza (LLA), a los que se sumaron los desaciertos a nivel parlamentario en plena tensión, sobre todo, con sus socios del Pro. En el ruido político que se generó en la semana estuvo el rechazo del DNU por los fondos de la SIDE y los cambios en la fórmula de movilidad jubilatoria. La reacción de la oposición y la ausencia de Santiago Caputo, principal asesor del mandatario, fue lo que alimentó rumores y versiones, en un escenario que resultó erróneo para un gobierno que, en minoría parlamentaria, necesita de sus socios políticos. Estiman que la sanción a Arrieta puede ser una suerte de factor ejemplificador para el resto, pero no la imaginan callada a partir de ahora. Tampoco nadie descarta la idea de que pueda terminar jugando para el kirchnerismo, donde ubican varios de sus movimientos. Por otro lado, Guillermo Francos, principal interlocutor con la oposición se "corrió" de la escena. Pese a querer relativizar el impacto de lo sucedido en el parlamento tanto fuera como dentro del recinto, en el gobierno admitían con cierta preocupación que el ruido que se había generado impactó en los mercados que se mostraron inquietos y por ende no es bueno.