En las últimas horas, el Gobierno de Javier Milei anunció por medio del Boletín Oficial la desregulación en el cobro de los derechos de autor. Con esta decisión, las canciones, películas u otros tipos de obras artísticas se podrán usar en el ámbito privado sin pagar por la propiedad intelectual. El decreto 765/2024 modifica lo que se entiende por “representación o ejecución pública” de las obras musicales, cinematográficas, dramáticas y literarias, cuya reproducción suele implicar un cobro, ya que requiere ser autorizada por su autor o las entidades gestoras del régimen de propiedad intelectual. En este sentido, algunos funcionarios del gobierno apuntaron contra SADAIC, la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música, que protege los intereses de sus asociados, defendiendo así el artículo 17 de la Constitución Nacional. Ante esta noticia, muchos músicos se manifestaron en los medios y las redes sociales para cuestionar la medida. Uno de ellos fue Guillermo Novellis, que aseguró que se trataba de “un día muy triste para el arte, la cultura y para el negocio de la música”. El cantante de La Mosca habló en Viva la Radio (Cadena 3) y apuntó contra la decisión: “Refleja la ignorancia en cuanto a lo que significa el derecho para la gente que nos gobierna. Esto no es un impuesto, esto es el derecho que se paga por usar nuestra propiedad privada”. El autor de canciones como “Para no verte más” o “Yo te quiero dar“ destacó la importancia de la obra musical. “Cada vez que alguien usa una canción le pone un valor agregado a su negocio. Una fiesta de 15 sin música no existe, es más importante la música que la torta”, aseguró, dejando en claro que si alguien no quieren pagar, tiene la opción de no pasar música. “El negocio se ve favorecido con nuestro patrimonio”, agregó. El compositor de la melodía de “Muchachos”, la canción adaptada que se volvió cábala de la Copa del Mundo en Qatar, hizo la distinción entre tipos de festejos en el ámbito privado: “Si vos lo haces en el quincho de tu casa, nadie te va a cobrar, pero si alquilás un salón, (la música) es lo mismo que el champán o la comida”. Y en diálogo con Teleshow, ratificó sus dichos: “Esto es una expropiación, realmente no tiene ningún tipo de sentido meterse con la propiedad privada de los compositores y autores, y uno piensa que el Estado está para defenderte. Es como si cada canción fuera un departamento y el Estado deje que te lo ocupen gratis”, expresó. Muchos de sus colegas se manifestaron en las redes sociales. Patricia Sosa fue una de las tantas en replicar el comunicado de SADAIC: “La música tiene valor... y quieren regalar nuestro trabajo. La canción es una propiedad privada y el autor tiene el derecho constitucional de recibir una compensación económica cuando su obra es utilizada especialmente para beneficio económico de terceros”, dice el comunicado de la asociación que la autora de “Aprender a volar” colgó en sus historias de Instagram. “El decreto presidencial nos obliga a regalar el fruto de nuestro trabajo intelectual sin contemplar que es parte de nuestro sustento, el de nuestras familias y de otras miles de personas y familias que trabajan y viven dentro del maravilloso mundo del entretenimiento musical. Es injusto y no hay derecho”, sigue la misiva de Patricia que cierra: “Vamos a defender nuestro derecho en todos los ámbitos necesarios. Queremos justicia... Queremos respeto”. Este mismo mensaje fue publicado por Teresa Parodi, Víctor Heredia y Andrea Álvarez entre otros artistas. El día que el Gobierno anunció formalmente esta decisión, Dillom publicó en sus redes sociales un comunicado de la Unión de Músicos Independientes (UMI), que también se vio afectada por esta medida: “Desde la UMI vemos con gran preocupación el decreto 765/2024 publicado en el boletín oficial con respecto a la propiedad intelectual”, comienza el comunicado. “Nuestros derechos intelectuales son de carácter alimentario, por lo que solicitamos al Poder Ejecutivo que derogue inmediatamente el decreto. Asimismo, lo hacemos responsable de las consecuencias que semejante irresponsabilidad normativa pueda causar”, fue el pedido que hicieron desde la asociación que aseguró que se organizarán para frenar esta medida e intentarán alcanzar un consenso con los políticos. “La canción es producto de la creación de una persona, y no solo de una transacción económica”, expresó Diego Boris, expresidente del Instituto Nacional de la Música (INAMU) entre los comentarios a la publicación mencionada. “En una composición hay años de formación, todo lo que leíste, estudiaste, ensayaste, escuchaste, está presente a la hora de componer. Es claramente propiedad privada, ¿por qué no la defienden de la misma manera que la propiedad sobre los bienes materiales?”, se preguntó, y aportó otro elemento al debate: “Hay personas que dejan de herencia varias propiedades inmobiliarias, hay otras que dejan muchas canciones”.