Javier Milei y Mauricio Macri no se hablan, según confirmaron desde el entorno de ambos, esto desde hace tiempo. Desde el PRO y La Libertad Avanza no quieren especificar de un quiebre definitivo, pero por los hechos de las últimas semanas, puede ser definitivo. En el libro “Karina”, que relata con detalles la historia personal y política de Karina Milei, publicado recientemente, la periodista Victoria De Masi cuenta que, en la noche de la victoria electoral, Milei recibió un llamado telefónico de Sergio Massa, y que el ex candidato presidencial, además de felicitarlo, también se alegró por haber sido derrotado en manos de él y no de sus “nuevos socios”. “Por Macri, digo”, le comentó el entonces ministro de Economía. “Vos sabes que no son mis socios, que vinieron corriendo a subirse al triunfo. El que va a gobernar soy yo”, le contestó el presidente electo. Macri ya lo intuía desde el día uno, pero de igual manera presionó y exploró insistentemente la búsqueda de un acuerdo en la gestión del gobierno que, a un año del desembarco de Milei en la Casa Rosada, y a la luz de los hechos, no tuvo para el ex presidente el resultado esperado. Es por esto, que la relación entre Milei y Macri está atravesando su peor momento. La fallida sesión por el proyecto de Ficha Limpia, convocada por el jefe de la bancada del PRO en el Congreso y saboteada de manera premeditada por el Ejecutivo por medio de casi una decena de diputados libertarios que, horas antes, habían confirmado su presencia, quebró el vínculo. Continuó con un durísimo cruce de comunicados y una catarata de acusaciones por parte de muchos de los más prolíficos ciber militantes libertarios contra el jefe del PRO, al que incluso vincularon con el negocio de la hidrovía.  Lo que si esseguro es que Macri tiene un problema, y lo sabe, ya que con acuerdo o sin acuerdo con Milei de cara al año próximo, el PRO se encamina a perder un buen número de legisladores en el Congreso. “Somos conscientes del momento”, confirmaron sus colaboradores.