El ministro de Defensa, Luis Petri, se afianzó a la postura del presidente Javier Milei cuando señaló que la vicepresidenta Victoria Villarruel no debió presidir la sesión en donde se votó la expulsión del senador entrerriano Edgardo Kueider, que fue detenido en Paraguay por intentar ingresar dólares no declarados. Lo que explicó Petri, es que esta irregularidad puede provocar que la votación sea declarada inválida por la Justicia. "No puede cumplir doble rol", afirmó Luis Petri, remarcando que Villarruel debería haber ejercido funciones presidenciales con respecto a la ausencia de Milei, que había viajado a Italia. Con 61 votos a favor se había aprobado la expulsión de Kueider, miembro del bloque Unión por la Patria, además el ministro advirtió que "la sesión será cuestionada judicialmente y tiene graves vicios". El quiebre institucional que se hacer ver entre Milei y Villarruel se agravó luego de la sesión. Según Petri, la vicepresidenta asumió una función que no le correspondía, ya que el reglamento establece que, en ausencia del presidente, quien debe presidir el Senado es el presidente provisional de la Cámara Alta. "Desde el momento de la notificación del viaje de Milei, la responsabilidad era del presidente provisional", ratificó. Villarruel, se defendió argumentando que no había recibido una notificación formal del escribano presidencial sobre el viaje del mandatario, lo que la habilitaba para continuar al frente del Senado. "Hasta que no me traspasan el poder, soy vicepresidenta. Y eso se hace informándomelo el escribano de presidencia", explicó. Pero, fuentes cercanas a la presidencia desmintieron esta versión, comunicando que la vicepresidente si había sido notificada el día martes 10 a las 8:37 horas por medio de un documento en PDF enviado por la Casa Militar. Es así, que el caso Kueider, lejos de resolverse, pone de manifiesto los desafíos del oficialismo para consolidar su liderazgo en un escenario que está marcado por fricciones internas y cuestionamientos legales.