Rodolfo Bloch, decano de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), presentó su renuncia tras enfrentar acusaciones de acoso sexual y laboral por parte de una trabajadora no docente. No obstante, la renuncia es condicional, ya que está supeditada a la aprobación de su jubilación, un paso que le permitiría evitar una eventual destitución en la próxima Asamblea Universitaria, considerada clave para el futuro de la institución. El caso adquirió notoriedad luego de una asamblea secreta, donde se concluyó que no había pruebas suficientes para aplicar una sanción más severa. Sin embargo, se revirtió una decisión previa de archivar el expediente y se retomó el dictamen de la Dirección de Asuntos Legales, que sugirió la separación del decano de su cargo. Este cambio, descrito como inédito en la historia de la UNSJ, generó un amplio debate en la comunidad académica. El desenlace de la situación se definirá el próximo 26 de diciembre, cuando más de 100 asambleístas se reúnan para deliberar sobre el futuro de Bloch. Este grupo, conformado por representantes de diversos sectores de la universidad, deberá determinar si procede la destitución o si el proceso queda archivado. La renuncia del decano ocurre en medio de un clima de tensión creciente, caracterizado por movilizaciones y posturas enfrentadas dentro de la UNSJ. Aunque la renuncia condicionada es legal, sectores críticos la consideran una estrategia para eludir responsabilidades en un tema que ha puesto bajo la lupa los mecanismos disciplinarios frente a denuncias de acoso en el ámbito académico.