Tras la renuncia irrevocable de Rodolfo Bloch como decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ), en medio de acusaciones de abuso sexual y laboral, la denunciante decidió hablar públicamente y expresar sus sentimientos después del desenlace. En una entrevista con Radio Sarmiento, la mujer comentó: “Hoy terminó esta etapa, necesito volver a vivir y recuperar mi vida. Soy madre de cuatro hijos varones y tengo 39 años de trayectoria en la UNSJ”. La denunciante también relató las dificultades y desigualdades que sufrió en su ambiente laboral. “Siempre me trataron de forma despectiva. A Bloch le dieron lo mejor, mientras a mí me dieron lo peor. Así es imposible competir”, destacó, haciendo hincapié en las injusticias que vivió durante esos años. Con determinación, explicó que su decisión de presentar la denuncia fue una cuestión de principios. “Duermo tranquila todas las noches porque sé que hice lo correcto: denunciar a aquellos que abusan de su poder para imponer propuestas indecentes”, afirmó. Reveló que su caso es solo uno de muchos y que existen más de 100 denuncias en la oficina de violencia de género de la universidad. “Hay muchos Bloch dentro de la UNSJ”, alertó, señalando un problema estructural dentro de la institución. Por otro lado, expresó su frustración por la falta de apoyo de las autoridades universitarias. “Nunca me llamaron desde la UNSJ. En julio del año pasado, estuve con el rector Tadeo Berenguer y la vice Analía Ponce, pero nunca obtuve respuesta. Todos los oídos estaban para Bloch”, concluyó, evidenciando la indiferencia institucional que sufrió en su lucha. A pesar de las adversidades, la denunciante dejó claro que continuará adelante. “No soy una persona conflictiva. Esto me complicó mucho, y aunque no recibí apoyo de la universidad, sí lo obtuve del gremio. Bloch dijo que esto era una maniobra política, pero quiero aclarar que nunca milité ni pertenezco a ningún espacio político”, enfatizó. Finalmente, concluyó su declaración con un mensaje firme: “Desde febrero voy a retomar mis funciones y me olvidaré de todo esto”.