El avance que no para de la Inteligencia Artificial (IA) está impulsando cada vez más a sectores de la economía que, a primera vista, parecen alejarse de esta tecnología, como la minería. Pese a esto, la relación entre ambas actividades se ha afianzado, sobre todo en la extracción de minerales de suma importancia para la infraestructura tecnológica que sustenta el crecimiento de la IA. En este contexto, McEwen Mining, se perfila como un actor clave con respecto a la explotación de recursos que podrían ser cruciales para el futuro de la inteligencia artificial. La Interconexión entre la IA y la Minería A medida que la IA se expande y se integra en más sectores, la demanda de minerales como el oro y el cobre, son imprescindibles para la fabricación de sus estructuras tecnológicas, crece de manera exponencial. Este fenómeno ha generado inversiones millonarias en la minería, que ven una oportunidad para revalorizar minerales estratégicos y satisfacer las necesidades de la creciente industria digital. El impacto es bastante claro: un incremento en la inversión en minería no solo mejora la capacidad de las empresas para extraer los recursos demandados, sino que además fomenta un ciclo de retroalimentación positiva, donde el avance de la tecnología en un sector impulsa a otros. En este sentido, el sector minero juega un rol fundamental en la economía global al proporcionar los recursos para el crecimiento de la IA. McEwen Mining: Un Actor Clave en Argentina En Argentina, McEwen Mining se encuentra en una posición estratégica para aprovechar el auge de la demanda de cobre, uno de los minerales más solicitados para la fabricación de dispositivos electrónicos y tecnología de IA. La empresa canadiense a través de su proyecto Los Azules, posee una de las más grandes reservas de cobre en el país y que puede jugar un papel fundamental en la expansión de la industria tecnológica. Los Azules, ubicado en Calingasta, es uno de los más prometedores del mundo, con una estimación de recursos de 10.200 millones de libras de cobre en la categoría Indicada y 19.300 millones adicionales en la categoría Inferida. Este proyecto puede operar por hasta 30 años, lo que lo convierte en una inversión estratégica tanto para la minería como para el futuro de la inteligencia artificial.