El gobierno nacional permanece firme en su idea por eliminarlas, aunque sea dentro del mismo año en el que se realizarán los comicios. Poco le importa romper una regla que no está escrita, indicando que no se harán modificaciones en el sistema de elecciones en el mismo año en que se ejecuten. En diciembre de 2024, la Casa Rosada tuvo la voluntad de tratar su eliminación en las sesiones extraordinarias, pero a mitad de camino se percataron de que no tenía el consenso necesario para poder abarcar este tema. La oposición dialoguista le marcó un límite y además avisó que no iba a acompañar la eliminación de las elecciones primarias. Es así que el tema quedó flotando pero no se cerró definitivamente y sigue en el ojo de Javier Milei. “El Gobierno las quiere eliminar, pero hay sectores de la oposición que empujan la idea de una suspensión por este año. Hay que ver a qué acuerdo se llega. El proyecto podría tratarse en sesiones extraordinarias, en febrero”, manifestaron desde Balcarce 50.  En el peronismo se dió un debate aparte sobre la conveniencia o no de las PASO. Y hay una frontera marcada entre las provincias donde gobierna Unión por la Patria (UP) y que son oposición. En este último caso, la discusión es horizontal y, por el momento de crisis que vive la fuerza política, la capacidad de generar acuerdos es bastante limitada. Al peronismo les conviene las PASO en las provincias donde no gobierna y en las que hay una fragmentación muy grande de la fuerza política. El mejor ejemplo es Santa Fe, en donde el espacio político se encuentra dividido en más de cuatro sectores y están viendo la luz las grandes dificultades para lograr acuerdos electorales.