El Fondo Monetario Internacional ejecutó una profunda evaluación del programa firmado con el exministro de Economía Martín Guzmán en el 2022. En este análisis pone en el foco las políticas económicas recientes y las medidas adoptadas por el gobierno de Javier Milei, tomadas como un punto de inflexión para el rumbo económico de Argentina. Entre los puntos destacados por el FMI se encuentra la devaluación inicial del 120%, que permitió aliviar las distorsiones cambiarias y mejorar la competitividad externa. Lo que también contribuyó a la reconstrucción de reservas y a la reducción del riesgo país. Aunque el FMI ya advirtió que persisten importantes distorsiones cambiarias, señalando que el tipo de cambio real volvió a apreciarse producto de la limitada flexibilidad cambiaria. Este factor, combinado con un régimen de devaluación mensual fija ("crawling peg") al 2%, lo que provocó una brecha cambiaria del 50% a mediados de 2024, complicando la acumulación de reservas del Banco Central (BCRA). En cuanto a lo social, el FMI advirtió sobre los efectos de las políticas de ajuste fiscal. Si bien hubo avances en cuanto a los recortes al gasto discrecional, la pobreza aumentó, lo que plantea un reto muy importante para la sostenibilidad de la consolidación fiscal. También el informe remarcó la necesidad de avanzar en la eliminación del cepo, para poder aliviar las distorsiones y recuperar el acceso a los mercados internacionales. Además, el Fondo señaló que la apreciación del tipo de cambio real, sumada a una política fiscal restrictiva, puede dificultar el logro de los objetivos de acumulación de reservas y competitividad externa. Para garantizar un ajuste sostenible, el FMI destacó la importancia de una mayor flexibilidad cambiaria y un papel mucho más activo de la política monetaria, incluyendo las tasas de interés reales positivas. Estas medidas son vistas como cruciales para lograr una estabilización sobre la balanza de pagos y mejorar la sostenibilidad económica.