Esto sucedió el domingo 12 de enero, cerca de las 12:45 horas, un episodio de violencia doméstica y además un robo que tuvo lugar en un domicilio del Barrio Alameda, en el departamento de Rawson. La protagonista del hecho fue María Alejandra Pizarro, expareja de un hombre de apellido Bazán, y propietario del inmueble. Según los detalles del caso, Pizarro llegó al domicilio de Bazán, y empezó a agredirlo verbalmente desde la vereda. Esta agresión se intensificó cuando comenzó a lanzar piedras que impactaron en la tela mosquitera de una de las ventanas de la casa. Pese a que estas no causaron daños graves, la situación escaló rápidamente. Sin ninguna provocación de parte de Bazán, Pizarro irrumpió en su hogar, invadiendo completamente la privacidad de su expareja. En el interior del domicilio Pizarro siguió con esta agresión verbal y, en un momento, tomó un cuchillo serrucho. Sin embargo, Bazán pudo desarmarla inmediatamente, evitando un incidente mucho peor. En ese instante, Pizarro aprovechó el descuido de Bazán para arrebatarle un billete de $10.000 que se encontraba sobre una mesa. La hermana de Bazán, quien reside en la misma propiedad, escuchó los gritos y llegó al lugar en el momento justo. Al ser testigo de los hechos, llamó rápidamente al 911. Fue entonces cuando Pizarro se fue del domicilio con el dinero robado. Unos minutos después, el personal policial arribó al sitio, pero la mujer volvió al domicilio en estado de ebriedad y comenzó a gritar e insultar nuevamente. Ante esta situación descontrolada, los efectivos la aprehendieron y trasladaron a la sede jurisdiccional, debido a su estado de salud y para evitar más complicaciones.  El ayudante fiscal, informado de los hechos, ordenó el inicio de un procedimiento especial de flagrancia para poder esclarecer el caso. La imputada fue derivada al hospital por un médico del Poder Judicial, lo que derivó en un cuarto intermedio para la audiencia de formalización del caso en un proceso judicial, debido a su estado de salud.