Viernes 17.01.2025
Actualizado hace 10min.

A 81 años del terremoto de San Juan: tragedia, resiliencia y reconstrucción

Se cumple un nuevo aniversario de una tragedia que marcó un punto de inflexión en la historia argentina.

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El 15 de enero de 1944, la provincia de San Juan vivió una tragedia histórica que marcó para siempre a la Argentina. A las 20:52, un terremoto de magnitud 7,4 en la escala de Richter devastó la región, destruyendo gran parte de la ciudad capital y provocando la muerte de más de diez mil personas, según estimaciones de la época. La catástrofe no solo significó la pérdida de vidas, sino también la destrucción casi total de la infraestructura, dejando a miles de personas sin hogar y dando inicio a un proceso de reconstrucción que involucró a todo el país.

En tan solo 25 segundos, la ciudad se redujo a escombros. Las viviendas colapsaron, los edificios públicos fueron destruidos y las calles quedaron intransitables, sepultadas bajo polvo y escombros. La falta de registros precisos complicó el cálculo exacto de víctimas, pero el impacto fue inmediato y devastador. Los sobrevivientes se enfrentaron a la escasez de recursos mientras intentaban rescatar a los atrapados entre los restos de la ciudad.

Además, el terremoto desató una grave crisis sanitaria, con altas temperaturas y cuerpos descompuestos generando un ambiente propenso para la propagación de enfermedades. Ante esta situación, el Ejército organizó entierros masivos y se coordinaron esfuerzos para atender a los heridos y colaborar en las tareas de emergencia, con la llegada de médicos y rescatistas desde otras provincias.

La solidaridad nacional e internacional fue inmediata. Mendoza, la provincia vecina, envió equipos médicos y habilitó hospitales, mientras que desde Chile llegaron vuelos con provisiones, carpas y medicamentos. Sin embargo, el esfuerzo humanitario también estuvo marcado por tragedias, como el accidente aéreo del 20 de enero, cuando un avión que transportaba ayuda se estrelló, causando la muerte de 12 tripulantes.

San Juan, que entonces tenía una población de 80 mil habitantes, perdió cerca del 80% de sus estructuras. El gobierno nacional declaró el estado de emergencia y organizó un esfuerzo masivo de reconstrucción. Este evento también fue un punto de inflexión en la política nacional, ya que Juan Domingo Perón, entonces coronel y al frente de la Secretaría de Trabajo y Previsión, organizó campañas de ayuda que incluyeron un festival en el Luna Park, donde conoció a Eva Duarte, quien más tarde se convertiría en su esposa y figura clave de la política argentina.

A pesar de las pérdidas, los sanjuaninos comenzaron a reconstruir su ciudad desde los cimientos, con la ayuda de arquitectos y urbanistas. Se diseñó una nueva ciudad, resistente a futuros sismos, con calles más amplias y construcciones antisísmicas. El terremoto, aunque devastador, se convirtió en un motor para la transformación urbanística y fortaleció el espíritu de una comunidad que se negó a rendirse.

81 años después, el recuerdo del terremoto de 1944 sigue vivo en la memoria colectiva de San Juan y de todo el país, como un testimonio de unidad y resiliencia frente a la adversidad. La tragedia dejó una lección profunda: aunque se pierdan muchas cosas, la capacidad de reconstruir y avanzar siempre prevalecerá.