Lunes 20.01.2025
Actualizado hace 10min.

Un camionero mendocino murió tras volcar en Buenos Aires y las personas que estaban en el lugar arrasaron con la carga

Un chofer de 35 años perdió la vida en el siniestro. Lejos de ser auxiliado por los curiosos, la Policía tuvo que contener a las personas que se agolparon para llevarse la mercadería sobre la calzada.

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Un trágico accidente vial tuvo como protagonista a un mendocino, cuando el camión que conducía volcó sobre la autopista de la Ruta Nacional N.º 8, a la altura del kilómetro 206, en Pergamino, Buenos Aires. El hecho ocurrió el sábado al mediodía, cerca de la localidad de Urquiza.

Según informaron fuentes policiales, aún están investigando las circunstancias del siniestro. Según se puede observar, el transporte de carga quedó volcado sobre la calzada. Las primeras hipótesis sugieren que el conductor, por motivos que se intentan esclarecer, habría perdido el control del rodado, lo que provocó el vuelco fatal.

Según consignó el medio local La Opinión, personal de emergencias, bomberos voluntarios de Pergamino y efectivos policiales trabajaron en el lugar del accidente para asistir y asegurar la zona. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, el conductor falleció en el lugar a causa de las graves lesiones sufridas.

De acuerdo a lo revelado por el mismo medio, Matías Marcos González era el nombre del chofer mendocino de 35 años que perdió la vida al despistar y volcar el camión Fiat que guiaba por la autopista en sentido Pergamino. Según trascendió, el hombre perdió el control del camión con semirremolque, cruzó el cantero central y volcó sobre el carril contrario, en dirección Buenos Aires-Pergamino.

Tras el accidente, el tránsito en el sector se vio interrumpido durante varias horas mientras se realizaban las tareas de remoción del vehículo y peritajes correspondientes. En ese momento, se generó una situación caótica en la autopista, ya que el contenido del semirremolque, compuesto por productos comestibles, bebidas y artículos de higiene personal, quedó esparcido sobre la cinta asfáltica, el cantero central y las banquinas.

Este escenario atrajo a un gran número de personas que, lejos de auxiliar o resguardar el lugar, se dedicaron a recolectar los bienes diseminados. Las fuerzas de seguridad intentaron contener a los curiosos y restaurar el orden en el lugar del siniestro.