Desde la tarde del sábado, cuando se lo llevó el canal Céspedes luego de haber estado bañándose con unos amiguitos, todo es angustia y desesperación en la casa de Leonel Brizuela, un nene de 7 años que tiene movilizada a buena parte de la Policía provincial, así como la UFI Genérica. Desde que se denunció al 911 el accidente del niño en Pocito, varias divisiones trabajan a destajo e incluso en las jornadas de calor implacable del fin de semana para poder dar con el menor. Anoche, al cierre de esta edición, habían parado el operativo de búsqueda para reiniciarlo en las primeras horas de este lunes. La tarea es titánica, ya que tienen por delante todavía alrededor de 109 kilómetros de canales para rastrillar. Si bien la expectativa de todos los rescatistas en encontrar al niño con vida, no descartan ninguna hipótesis. Es que, a medida que se internaron en el cauce del canal (ya con el agua de riego cortada por Hidráulica para facilitar la búsqueda), fueron dando con cantidades enormes de residuos de todo tipo, yuyos y greda que podrían haber hecho de trampa para la criatura. En el despliegue participan Bomberos, GERAS, GAM, la Comisaría 7ma y efectivos de otras seccionales cercanas, además de personal de la UFI Genérica. Incluso se hace el rastrillaje a pie, en bicicletas y a caballo. El epicentro de la búsqueda ayer fue la localidad pocitana de Carpintería y, según anticipó el fiscal Alejandro Mattar, retomarán hoy esa zona porque los especialistas consideran que hay altas chances de que allí obtengan resultados.