El juez Roberto Boico decidió hoy rechazar la recusación presentada por el expresidente Alberto Fernández contra el magistrado Julián Ercolini, quien continuará al frente de la causa seguros, al menos por el momento. Ercolini finalizó ayer la ronda de 39 indagatorias en este expediente, y ahora tiene la potestad de definir la situación procesal de Fernández y los demás imputados. Sin embargo, la decisión final sobre su permanencia al frente del juzgado dependerá del sorteo que realizará mañana la Cámara Federal, que determinará si Ercolini sigue a cargo de la causa. Si no es así, el expediente pasaría a otro juez, lo que podría demorar la resolución. En su fallo, Boico argumentó que las críticas del expresidente no justifican el temor de parcialidad que Fernández había señalado para solicitar el apartamiento de Ercolini. También desestimó como irrelevante la mención a las "razones de decoro y delicadeza" que según Fernández deberían haber motivado la inhibición del juez. Boico recordó que solo quien se excusa puede evaluar la posible influencia de un supuesto "violencia moral" en su capacidad para decidir con imparcialidad. En una audiencia reciente, Alberto Fernández expresó ante el juez Boico su convicción de que Ercolini actuaba de forma parcial en su contra, asegurando que el juez lo quería "preso" y que había mostrado animosidad hacia él en otras causas. También declaró que no era "paranoico", sino que sentía que Ercolini lo "detestaba" y buscaba "venganza". Su abogada, Mariana Barbitta, presentó durante la audiencia una serie de chats entre Fernández y Ercolini de 2017 y 2018, supuestamente reveladores de una relación personal y académica entre ambos, que luego se habría cortado. Boico desestimó estos mensajes como prueba válida, pues llegaron fuera de plazo y carecían de la documentación necesaria para su verificación. Además, criticó la falta de detalles sobre el teléfono que supuestamente contenía los chats y la ausencia del dispositivo para su peritaje. En cuanto a la causa seguros, Fernández había sido indagado el 27 de noviembre y fue el primero en ser citado, seguido por 39 imputados, entre ellos el broker Héctor Martínez Sosa y su esposa, María Cantero. La defensa de Fernández había intentado apartar a Ercolini, pero el juez rechazó ese pedido el 4 de diciembre, lo que llevó el caso a la Sala II de la Cámara Federal. El camarista Boico rechazó también los argumentos de la defensa sobre el "clima de tensión" en la indagatoria, aclarando que en procesos judiciales de esta índole es habitual que haya emociones intensas, pero eso no justifica un apartamiento del juez. Ahora, el próximo juez que asuma la causa deberá definir la situación procesal de todos los imputados. Fernández, en su indagatoria, defendió el decreto 823, que es la base de la acusación en su contra. Sostuvo que dicha norma, que otorgó el monopolio a Nación Seguros, fue una medida para terminar con la "cartelización" del sector, aunque señaló que no fue él quien impulsó la medida. También intentó desvincularse de Héctor Martínez Sosa, explicando que su relación con él siempre fue de índole personal, sin que jamás le hubiera solicitado que gestionara seguros del Estado.