Alberto Fernández, negó nuevamente las acusaciones de violencia de género por parte de su exmujer, Fabiola Yañez. En una entrevista, Fernández rechazó todas las denuncias y manifestó que nunca agredió a Yañez, sobre todo en momentos en los que ella estuvo embarazada.   "En mi vida hice algo parecido a eso, quien me conoce sabe. No tengo la menor idea cómo ocurrió. La verdad es que no tiene nada que ver con mi conducta eso", aseguró Fernández. Aparte, cuestionó a los medios de comunicación por el tratamiento del caso: "Creo que efectivamente le han hecho un daño psicológico enorme. Pero es una cosa delirante pensar que yo le puedo haber pegado y pateado en el piso estando embarazada, es una cosa dantesca".   El expresidente, se refirió también a los problemas de convivencia que tuvo con Yañez durante su presidencia, "Esas dificultades de salud que Fabiola atravesaba, y atraviesa, son problemas que hacen muy difícil la vida para el que acompaña", expresó. Y recordó un "punto de quiebre" en la relación, con la famosa fiesta de cumpleaños de Yañez en Olivos durante la cuarentena estricta por la pandemia de COVID-19 en 2020.   "Hubo un momento en que Fabiola desapareció de Olivos, desapareció del radar de la custodia. Yo la llamaba, ella me decía que estaba en la casa de una amiga. Llamaba a la amiga, me decía que no estaba con ella. Y ese día le dije a la custodia, ‘retírense’ y le dije a ella, ‘no vuelvas a Olivos, ándate a vivir a Puerto Madero’", explicó.   Fernández, también emitió sus críticas contra el juez y el fiscal de la causa, a quienes acusó de falta de imparcialidad. "Tuve circunstancias de mucha amistad y circunstancias de profunda enemistad (con Ercolini), que es lo que tenemos hoy en día. Y por más que él lo niegue, esto es público y notorio. Lo sabe todo el mundo", djo.   Con respecto al fiscal Ramiro González, Fernández rechazó su ética profesional: "El fiscal es una persona que representa a la sociedad. Él debe cumplir con mandatos que tienen que ver con la objetividad y la equidistancia entre las partes. Este fiscal es un fiscal que no está en condiciones éticas de juzgar ni de involucrarse en este caso".    "No creo en la imparcialidad del juez y creo que el fiscal, a su vez, ha usado esta causa para tapar problemas propios que tiene en su familia, o para limpiar su imagen por problemas que ha tenido en su familia", manifestó. Mientras el caso sigue su curso, las declaraciones de Alberto Fernández han ocasionado un nuevo capítulo en esta controversia, combinando acusaciones personales, críticas a la Justicia y un debate en cuanto al tratamiento mediático de las denuncias de violencia de género.