Este lunes, el jefe de Bomberos de San Juan, Dante Alleva, confirmó que bomberos sanjuaninos fueron convocados por el Sistema Nacional del Plan del Fuego, que coordina la distribución de brigadistas en el país. "Se conformó un grupo de 12 efectivos y personal de Protección Civil, en tres camionetas que son de acción rápida, con cuatro efectivos en cada vehículo, munidos de todo elemento de mano, herramientas de mano y mochilas de agua para combatir ese tipo de incendio que es incendio forestal", explicó Alleva. Y agregó, "han hecho cursos y demás para que el abordaje sea lo más profesional posible y van a cargo de un comisario de bomberos, uno de los jefes que me acompaña acá en la ficción, es el que ha ido para allá con todo el personal a cargo".  Los brigadistas sanjuaninos llegaron a la zona afectada en la madrugada de este lunes, tras casi 24 horas de viaje. Luego de un breve descanso, se pondrán a disposición de las autoridades locales y nacionales que lideran el operativo contra el fuego. La lluvia trajo esperanza, pero el peligro sigue Durante la madrugada, una lluvia inesperada generó emoción entre los vecinos, que celebraron entre lágrimas y bocinazos. Sin embargo, los especialistas advierten que el fuego sigue activo y que se requiere un trabajo exhaustivo para evitar que resurjan las llamas ocultas bajo la vegetación seca. El uso de aviones hidrantes ha sido complejo debido a la densa cortina de humo en la zona, lo que dificulta las maniobras. Mientras tanto, los bomberos trabajan a pie para frenar el avance del fuego en sectores más accesibles. Una tarea agotadora El trabajo de los brigadistas es intenso y agotador. Según Alleva, las delegaciones suelen operar en turnos de aproximadamente una semana, tras lo cual son relevadas por otras provincias. "La situación en El Bolsón es crítica, y la rotación de personal es clave para no agotar a los efectivos", agregó el jefe de Bomberos. San Juan se suma así a los esfuerzos nacionales para proteger vidas y frenar la destrucción de los bosques patagónicos, en una lucha que todavía está lejos de terminar.