Carlos María Domínguez, quien fue obispo de San Juan entre 2019 y 2023, presentó su renuncia al Vaticano a raíz de tres denuncias por abuso sexual, las cuales fueron divulgadas por Clarin. A sus 59 años, el ex religioso se vio obligado a dejar su cargo luego de las acusaciones en su contra, que involucraban acciones indebidas contra personas adultas. El religioso, que pertenecía a la Orden de los Agustinos Recoletos, había sido trasladado a San Rafael, Mendoza, donde residía en el momento en que las denuncias fueron presentadas. Las acusaciones culminaron en su renuncia formal, un hecho que fue confirmado por el Obispado de San Rafael, quien en un comunicado señaló que los cargos de abuso sexual fueron determinantes en la salida de Domínguez. El pasado 3 de febrero, Domínguez fue denunciado en la Justicia, y el Vaticano informó que el Papa Francisco aceptó la renuncia, designando como administrador apostólico al obispo auxiliar Marcelo Mazitelli. Por su parte, el Obispado de San Rafael dio a conocer que las denuncias fueron presentadas por personas adultas ante las autoridades pertinentes, lo que provocó su renuncia. Además, la iglesia subrayó que la privacidad de los denunciantes y sus familias sería respetada y que siempre tendrían derecho a acudir a la justicia civil. A través de un comunicado oficial, el Obispado remarcó que, dada la seriedad de los hechos, se había iniciado una investigación interna para determinar las acciones canónicas correspondientes. Este proceso se lleva a cabo conforme a los protocolos establecidos por la Iglesia. En su carta de renuncia, Domínguez expresó: "Intuyo la perplejidad que esta noticia puede causar, pero créanme que esta decisión me provoca un profundo dolor". Asimismo, manifestó que su trabajo pastoral lo realizó "con todo el corazón" y aprovechó para pedir perdón: "Por lo que hice mal, por lo que no hice y por lo que no supe hacer".