El informe detalló que el Pontífice, de 88 años de edad, presentó una crisis asmática respiratoria prolongada durante la mañana de este sábado 22 de febrero, necesitando de la aplicación de oxígeno de alto flujo. Además, se detectó una trombocitopenia, condición que se asocia a la anemia, obligando así a la administración de transfusiones de sangre. “La mañana del Papa Francisco presentó una crisis respiratoria asmática prolongada, que también requirió la aplicación de oxígeno de alto flujo”, se estimó en el parte médico. Los médicos explicaron que los análisis de sangre reflejjaron una evolución hacia la trombocitopenia, lo que llevó a la necesidad de las transfusiones. Sin embargo, y pese a las complicaciones, el Vaticano aseguró que sigue estando alerta sobre su estado. Este cuadro se suma a los días de internación que iniciaron el día viernes 14 de febrero, cuando el Papa ingresó al Hospital Gemelli de Roma por lo que al principio se pensaba que era una bronquitis, pero que luego fue diagnosticada como neumonía bilateral. Aunque la situación es delicada, el Vaticano comunicó que durante los primeros días del líder de la Iglesia Católica había experimentado una pequeña mejoría y había descansado bien, aunque permanece bajo un tratamiento que se extenderá por lo menos hasta la semana próxima. El Papa no pronunciará la tradicional oración Angelus este domingo 23 de febrero, por segunda semana consecutiva desde su internación, y xontinuará en tratamiento debido a que no está “fuera de peligro”. Además, las autoridades eclesiásticas aseguraron que se encuentra "con más dolores que ayer", pero con un estado mental en alerta, más allá de las complicaciones físicas. Desde su internación, Francisco recibió visitas, como la de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, quien había destacado el buen humor del Papa. "Estoy muy feliz de haberlo encontrado alerta y receptivo. Bromeamos como siempre", dijo Meloni, quien además agregó que Francisco reaccionó con risas a los rumores sobre su fallecimiento.