Durante este fin de semana, el Parque de Mayo fue escenario de  un intenso operativo de la Policía de San Juan el cual impidió que los vendedoy puestos recurrentes despleguen su mercadería. El desalojo causó mucha indignación entre los trabajadores, quienes se agruparon más tarde para definir las siguientes acciones a seguir. Según lo que pudo trascender, durante la jornada de este lunes 17 de marzo los afectados estiman elevar un petitorio al Concejo Deliberante de la Municipalidad de San Juan, con la intención de poder encontrar una alternativa que les permita seguir con sus actividades comerciales. Además, los puesteros comunicaron una nueva convocatoria en el mismo Parque de Mayo a las 8:20 de la mañana, donde esperan a todos los interesados que quieran respaldar sus reclamos. El objetivo de los trabajadores es mantener un diálogo abierto y con respeto con las autoridades municipales y provinciales, con el fin de poder llegar a un acuerdo que contemple sus respectivas necesidades.  Además, los feriantes aseguran que la decisión la tomó el Concejo Deliberante de la Municipalidad de Capital, que relevó la ordenanza a la Dirección de Espacios Verdes del Gobierno provincial. Y finalmente, esta dirección la envió a la Justicia. Uno de los enojos principales de los puesteros es que no los dejaron participar de la sesión en la cual se decretó la orden de que los saquen. “El operativo fue sorpresa. Se firmó la ordenanza en una sesión del Concejo Deliberante a la cual no nos dejaron participar”, manifestó la vendedora Marisa Sosa. Por ello, el día martes 18 de marzo habrá una reunión en la Municipalidad de Capital. Los funcionarios pidieron a los vendedores del Parque de Mayo y de Plaza España que se organicen en comisiones. “Hay una promesa de recibirnos. Somos conscientes de que es un trabajo informal, pero no tenemos otra opción. La desocupación a nivel provincial y nacional ha crecido. Pedimos un lugar fijo y que el estado nos organice”, indicó Sosa. Los feriantes explicaron que muchas familias dependen de la venta del día domingo para subsistir toda la semana. Entre los vendedores hay profesionales que no encuentran un trabajo, jóvenes que ayudan a sus familias y también personas mayores que por su edad son rechazadas en los empleos. “Venimos solo el domingo porque el comercio no abre, sabemos que ellos tienen más derechos, pero necesitamos trabajar”, expresaron.