Este fin de semana, el Parque de Mayo fue escenario de un operativo llevado a cabo por la Municipalidad de la Capital, con el objetivo de desalojar a los manteros y vendedores ambulantes que se encontraban en la zona. El operativo comenzó el sábado por la mañana y generó una fuerte protesta por parte de los afectados, quienes reclamaron una solución pronta ante la pérdida de su fuente de trabajo. En medio de la situación, el móvil de Canal 13 entrevistó a Juan Sosa, representante de la Fundación Vendedores del Parque de Mayo, quien relató la difícil situación que atraviesan. Sosa, quien ha trabajado en la zona durante más de 15 años, expresó que el operativo los dejó "prácticamente sin trabajo". Además, aclaró que el grupo de vendedores no se considera parte de los manteros, sino que su modalidad de trabajo es diferente. "No somos manteros. Nosotros trabajamos de manera organizada y legal", subrayó, destacando que su actividad se limita a los domingos y que su principal objetivo no es obstruir el paso de los peatones. Sosa también mencionó que, a lo largo de los años, han presentado varios proyectos a la Municipalidad para formalizar su actividad y han colaborado con instituciones como el Hospital de Niños y la fundación Casacuna. Sin embargo, lamentó que nunca obtuvieron una autorización formal, a pesar de mantener acuerdos verbales con los gobiernos municipal y provincial. La Fundación, que agrupa a 70 familias y a unos 30 a 40 vendedores de comida, exige que se les permita continuar trabajando en el Parque de Mayo, un lugar que consideran su "espacio natural de trabajo". En este contexto, Sosa destacó que han sido despojados de un lugar que consideran propio, mientras que los artesanos internacionales siguen trabajando en la zona. "No ocupamos espacios verdes ni bancos, trabajamos en la calle, específicamente los domingos por la tarde, cuando el comercio formal no está en actividad", explicó. Además, destacó el compromiso social de la Fundación, que dona el 20% de sus ventas a diversas causas solidarias, como la entrega de agua a zonas afectadas por desastres naturales. "Somos una fundación que está permanentemente en movimiento", aseguró. Ante la falta de respuesta por parte de las autoridades, los vendedores piden una audiencia con el gobernador para plantear su situación y encontrar una solución definitiva. Sosa cerró la entrevista con un llamado a ser escuchados: "Necesitamos que nos den un espacio para trabajar, que nos escuchen".