Luego de un extenso proceso judicial, la odontóloga María Romina Pellice fue condenada a un año de prisión condicional y un año de inhabilitación para ejercer su profesión. La profesional fue hallada culpable de haberle extraído 12 dientes a un niño de 5 años sin contar con el consentimiento informado de sus padres. El veredicto fue emitido por la jueza Carolina Parra, quien determinó que la odontóloga no brindó la información necesaria sobre la cirugía, los riesgos involucrados ni las opciones alternativas de tratamiento. Según la fiscal Claudia Galante, solo era necesario extraerle dos dientes, y el resto podría haber sido tratado de manera menos invasiva. Este caso causó gran consternación, ya que el niño experimentó graves consecuencias físicas y psicológicas, tales como dificultades para alimentarse y ser víctima de bullying, lo que llevó a su familia a cambiarlo de escuela. Durante el juicio, la defensa de Pellice sostuvo que la madre del niño estaba al tanto del procedimiento y que la odontóloga actuó dentro de los parámetros profesionales. Sin embargo, la Justicia falló a favor de la mala praxis, imponiendo la correspondiente condena.