Este viernes 28 de marzo, el abogado penalista Gustavo Vila quedó bajo la investigación de la justicia por un triple delito. A pesar de haber quedado en libertad, fue imputado por estafa, usurpación y abuso de la vulnerabilidad de un incapaz, en perjuicio de un excombatiente identificado como Miguel Ángel Berenguer. El fiscal Alejandro Mattar, de la UFI Genérica, explicó cómo comenzó esta investigación. Todo empezó cuando Miguel Ángel Berenguer contrató a Gustavo Vila para que se encargara de su defensa en un caso de abuso sexual y exhibiciones obscenas, investigado por la UFI CAVIG. El acuerdo entre ellos establecía que Berenguer cedería el 50% de sus derechos hereditarios a Vila. Según la denuncia presentada en la unidad fiscal, fue en ese momento cuando Vila comenzó a aprovecharse de Berenguer. El abogado ordenó derribar, con una retroexcavadora, una construcción que su cliente alquilaba. Pero eso no es todo, Vila nunca asumió la responsabilidad de defender a Berenguer. De hecho, el excombatiente de Malvinas logró salir indemne de la causa penal, siendo sobreseído de la denuncia que pesaba sobre él. En todas las audiencias, fue asistido por la defensa oficial, no por Vila, el abogado que había contratado. El caso ahora está en proceso de investigación, con un plazo de 6 meses establecido para la fiscalía. Mientras tanto, el abogado Gustavo Vila será investigado por los delitos de usurpación, estafa por engaño mediante la suscripción de un documento y abuso de la vulnerabilidad de un incapaz (artículo 174, inciso 3, del Código Penal).