Lunes 14.04.2025
Actualizado hace 10min.

Crece la inseguridad en un baldío del Barrio Frondizi y los vecinos piden iluminación

Desde hace 20 años, los vecinos del Barrio Frondizi reclaman por obras en un baldío que se ha convertido en foco de inseguridad y basural.  

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El barrio Frondizi, con 517 viviendas y más de 2.300 habitantes, es el más poblado de la Capital de San Juan. Sin embargo, los vecinos denuncian que es un lugar olvidado por las gestiones municipales. Su principal preocupación es un terreno baldío ubicado en la intersección de Leonidas Escudero y Necochea, que se ha convertido en un foco de inseguridad y en un basural. Desde hace más de 20 años, la comunidad exige al municipio obras de iluminación y parquización para transformar ese espacio abandonado en un área de recreación para los vecinos.

El baldío es utilizado por delincuentes de barrios cercanos, quienes, debido a la falta de iluminación y la ausencia de un cierre perimetral, lo aprovechan para cruzar las medianeras y robar en las casas de la zona. Además, las malas condiciones de higiene del terreno son evidentes por la cantidad de animales muertos y los desechos arrojados en el lugar.

Los habitantes del barrio llevan 15 años esperando una respuesta por parte del municipio. Cuando se entregaron las casas hace 20 años, la gestión de Enrique Conti prometió la construcción de una plazoleta para la comunidad en la esquina de calle Necochea. Sin embargo, esa promesa nunca se cumplió, y el terreno sigue igual desde entonces. En 2010, durante el mandato de Marcelo Lima, se parquizó un sector cercano en las calles Buenaventura Luna y Rodolfo Páez, y se expresaron intenciones de continuar con las obras, pero eso nunca ocurrió.

En 2024, siguieron con el reclamo y presentaron una nota dirigida a la intendenta Susana Laciar, en la cual le solicitan crear una plaza saludable para las 200 familias las que viven en la zona. Por el momento, no han tenido una respuesta favorable del municipio.

Pese a que el pedido está dirigido a la actual gestión, los vecinos insisten en que no se trata de un reclamo político, ya que en 20 años ninguna administración anterior los ha escuchado. Hoy, la resignación los lleva a solicitar únicamente obras de iluminación. 'Lo que más nos urge es que iluminen la zona, porque no se puede vivir por la inseguridad', concluyó Sánchez.