La Justicia dictó sentencia contra Juan Ramón Aballay, policía federal de 51 años, acusado de encañonar a dos menores y amenazar a un adulto en un hecho ocurrido en agosto del año pasado en Chimbas. El juez Matías Parrón lo condenó a tres años de prisión condicional, lo que le permitió evitar la cárcel. Durante el juicio, la Fiscalía había solicitado cuatro años y dos meses de prisión efectiva, mientras que la defensa pidió la absolución y la devolución de su arma reglamentaria, algo que fue rechazado por el tribunal. La condena y los delitos imputados Aballay fue hallado culpable de violación de domicilio y amenazas coactivas agravadas por el uso de arma de fuego en perjuicio de Carlos Daniel Ares, así como de violación de domicilio y coacción agravada contra dos menores. El juicio inició hace una semana con la presentación de pruebas y testimonios clave, entre ellos, la grabación en Cámara Gesell de las niñas de 13 y 8 años, quienes relataron lo ocurrido el 11 de agosto del año pasado en una vivienda de Chimbas. Sus testimonios fueron fundamentales para determinar los hechos. El ataque y la detención del policía Según la acusación de la fiscal Daniela Pringles, Aballay ingresó por la fuerza a dos domicilios. En el primero, amenazó con un arma a Ares. En el segundo, tomó a la niña mayor, le apuntó a la cabeza y le dijo: "Si no me decís dónde está (por el padre), te voy a meter un tiro". Luego, le apoyó el arma en la cintura y la obligó a recorrer la casa en busca del hombre, que no estaba presente. Aballay fue detenido en el lugar por la Policía de la Provincia, que le secuestró su arma reglamentaria, una pistola de la PFA cargada y lista para disparar, junto con un segundo cargador lleno de balas. Secuelas psicológicas en las víctimas Durante el juicio, se expusieron las consecuencias del hecho en las menores. Según la Fiscalía, una de ellas aún sufre traumas severos, presenta dificultades en su rendimiento escolar y siente temor ante la presencia de adultos varones, lo que refuerza la gravedad de los hechos cometidos por Aballay.