Luego de apenas 39 días en funciones, Manuel García-Mansilla presentó este lunes su renuncia como juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, a través de una carta dirigida al presidente Javier Milei. Había asumido el 27 de febrero mediante un decreto presidencial, en un acto realizado en el Palacio de Tribunales. A pesar de que el Gobierno buscó sostenerlo hasta el final del año legislativo, la renuncia se concretó tras el rechazo de su pliego en el Senado, que obtuvo 51 votos en contra y solo 20 a favor. Luego de la votación, el juez federal Alejo Ramos Padilla dictó una medida cautelar que le prohibía a García-Mansilla, por tres meses, intervenir en causas en trámite o tomar decisiones administrativas dentro del máximo tribunal. En su fallo, Ramos Padilla advirtió que, tras la decisión del Senado, “la legitimidad de García-Mansilla se encuentra cuestionada” y que cualquier acto que firmara “podría ser considerado ilegítimo, nulo o inexistente”, lo cual pondría en riesgo la seguridad jurídica. García-Mansilla decidió no apelar el fallo, aunque el Gobierno sí lo hizo, presentando un salto de instancia para que sea la propia Corte Suprema quien revise la decisión de Ramos Padilla. Desde el viernes pasado, las presiones para que el académico renuncie se intensificaron, con pedidos explícitos de distintos sectores. El Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, presidido por Ricardo Gil Lavedra, emitió un comunicado donde expresó que “la decisión del Senado ha concluido el debate sobre estas nominaciones y debe ser acatada”. También un amplio grupo del sector académico se pronunció en contra. Profesores, docentes y abogados de todo el país reclamaron “el cese inmediato” de García-Mansilla como juez de la Corte. Argumentaron que su continuidad sería “una violación directa al artículo 99, inciso 4, de la Constitución Nacional”, y recordaron que su pliego fue rechazado por una mayoría de dos tercios del Senado. Tras la renuncia, la Corte Suprema continuará funcionando con tres miembros: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti. Ante posibles empates en votaciones clave, deberán recurrir a conjueces para completar la mayoría.