Este lunes dio inicio el juicio contra Luciana Teresita Bustos, una licenciada en Historia y exinvestigadora del Conicet, acusada de asesinar de seis puñaladas a Marcelo Amarfil, profesor de Educación Física, en un oscuro callejón de Las Chacritas, departamento 9 de Julio. El hecho ocurrió en la madrugada del 17 de enero de 2024 y desde entonces el caso generó fuerte conmoción en la provincia. Bustos, de 34 años, optó por no declarar ante los jueces Gerardo Fernández Caussi, Matías Parrón y Guillermo Adárvez, integrantes del tribunal que ahora deberá determinar su responsabilidad penal. La Fiscalía, representada por el fiscal Francisco Pizarro de la UFI de Delitos Especiales, la acusa de homicidio doblemente agravado por el vínculo y por alevosía, y los querellantes ya anticiparon que pedirán la pena máxima: prisión perpetua. En tanto, su abogado defensor, Néstor “Roly” Olivera, sostiene su inocencia y buscará la absolución. Durante la apertura del juicio, la Fiscalía expuso que Bustos mantenía una doble vida sentimental: tenía una pareja estable con una mujer desde hacía más de cuatro años, pero también sostenía una relación amorosa paralela con Amarfil. Entre los elementos presentados, se leyeron mensajes donde ambos se trataban con apodos afectuosos como “corachonchito” y hacían planes para emprender juntos un gimnasio. La noche del crimen, según la acusación, ambos cenaron en Santa Lucía y luego fueron a una zona oscura de calle Pellegrini, donde solían tener encuentros íntimos. En ese lugar, Amarfil fue atacado mientras estaba atado con esposas de cuero y con un antifaz, lo que, según la Fiscalía, evidencia un contexto de indefensión. En un intento desesperado por defenderse, el hombre alcanzó a morderle el brazo a su agresora. El caso fue descubierto casi en el momento. Un policía que patrullaba la zona vio algo extraño y encontró a Bustos parcialmente desnuda, quien en ese momento alegó que Amarfil se había autolesionado. Luego diría haber sufrido un brote psicótico e incluso solicitó un test de embarazo y la pastilla del día después. Uno de los puntos más llamativos del expediente es la pericia psicológica realizada a Bustos, en la que los profesionales detectaron rasgos de tipo “perverso y psicopático”. El informe sostiene que presenta fuertes conflictos con la sexualidad, elevada agresividad, y una marcada tendencia a la manipulación y al control de los demás, incluso de las personas más cercanas a ella. El juicio continúa esta semana y se espera que declaren numerosos testigos. La expectativa está puesta en la contundencia de las pruebas y en si la defensa podrá contrarrestar la hipótesis de un crimen planificado.