En el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Gobierno de Javier Milei avanza en una reestructuración del esquema de subsidios a la electricidad, una medida que impactará directamente en 9,5 millones de hogares, lo que representa al 60% de los usuarios residenciales del país. El objetivo es recortar el gasto público y concentrar la asistencia estatal únicamente en los sectores de menores recursos, eliminando de forma gradual los beneficios para quienes integran el segmento de ingresos medios. Según datos del Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE), actualmente hay 16,4 millones de usuarios residenciales de electricidad en Argentina. De ese total, 6,9 millones (42%) ya abonan la tarifa plena por estar en el Nivel 1, correspondiente a los hogares de mayores ingresos. En tanto, 6,2 millones (38,1%) reciben subsidios totales por ser considerados de bajos recursos (Nivel 2), y 3,2 millones (19,6%) acceden a descuentos parciales al estar clasificados como ingresos medios (Nivel 3). El gasto en subsidios energéticos viene mostrando una fuerte caída: en 2024 se redujo un 35% interanual, totalizando 6.252 millones de dólares. Las proyecciones para 2025 prevén una nueva baja hasta los 4.433 millones de dólares, lo que representaría el nivel más bajo desde 2007 en términos de participación sobre el PBI (0,7%). Esta tendencia ya se refleja en el primer trimestre del año, con un desembolso de apenas 370 millones de dólares, un 44% menos que en el mismo período de 2024. La transformación del sistema tendrá dos pilares principales. Por un lado, se reemplazará la actual segmentación tripartita (Niveles 1, 2 y 3) por un único esquema de asistencia social focalizada, que se destinará exclusivamente a los hogares en situación de vulnerabilidad. Por otro, se avanzará en la desregulación del mercado eléctrico a través de la Resolución 21/2025, que habilita contrataciones directas entre generadoras y distribuidoras sin la intermediación de Cammesa, el organismo estatal que actualmente centraliza las operaciones del sector. Este proceso se va a desarrollar de forma gradual, pese a que ya se observan sus primeros efectos en las determinadas facturas.