Cada 3 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Libertad de Prensa, una fecha proclamada hace 30 años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en respuesta al llamado de periodistas africanos reunidos en la capital de Namibia. La Declaración de Windhoek, firmada entre el 29 de abril y el 3 de mayo de 1991, marcó un hito en la defensa del pluralismo y la independencia de los medios. Este año, el Gobierno argentino se sumó a la conmemoración con un breve mensaje publicado en la cuenta oficial de Twitter de Casa Rosada. La publicación incluyó una cita de Tácito, historiador romano: "Rara felicidad de los tiempos en que es lícito pensar lo que se quiere y decir lo que se piensa." Con esa frase, la administración nacional acompañó el Día Mundial de la Libertad de Prensa y ratificó su postura, previamente expresada, de garantizar una “libertad de prensa absoluta” en Argentina. El mensaje llega, sin embargo, en un contexto de creciente polémica por los ataques del oficialismo hacia diversos sectores de la prensa. En los últimos días, el influencer libertario Daniel Parisini —conocido como “El Gordo Dan” y cercano al oficialismo— generó controversia al pedir públicamente que el presidente Javier Milei "meta preso a algún periodista por decreto, como hizo Alfonsín", en referencia a un episodio de octubre de 1985 durante la gestión radical. Por su parte, el propio presidente volvió a criticar con dureza a periodistas desde sus redes sociales. “La gente no odia lo suficiente a los periodistas”, escribió Milei en su cuenta de X. También los calificó de "mentirosos y fabuladores", particularmente a aquellos que cuestionan las cifras oficiales de la economía. Por qué se celebra hoy el Día Mundial de la Libertad de Prensa? La fecha fue designada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en conmemoración de un seminario organizado por la UNESCO en 1991, que reunió en Windhoek, Namibia, a 60 periodistas y representantes de medios africanos. De ese encuentro surgió la histórica Declaración de Windhoek, un documento que estableció principios fundamentales para garantizar la libertad de prensa, el pluralismo y la independencia de los medios. Con el objetivo de fomentar los cambios positivos y contrarrestar los negativos en materia de libertad de prensa, la Declaración de Windhoek plantea una propuesta concreta: la comunidad internacional (particularmente las organizaciones internacionales, tanto gubernamentales como no gubernamentales, los organismos de desarrollo y las asociaciones profesionales) debería destinar, como prioridad, recursos financieros al desarrollo y fortalecimiento de medios no gubernamentales. Esto incluye diarios, revistas y otras publicaciones periódicas que reflejen la diversidad de la sociedad y los distintos puntos de vista de las comunidades a las que sirven.