Estados Unidos y China lograron un entendimiento comercial preliminar durante una reunión clave en Suiza, el primer avance concreto desde el inicio de la guerra arancelaria que comenzó en abril. La cita fue encabezada por el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, quienes confirmaron este domingo que los detalles del acuerdo se darán a conocer este lunes en Washington. Las negociaciones, que contaron con mediación suiza, se desarrollaron en un clima de cooperación, intereses compartidos y respeto mutuo, según resaltaron los funcionarios. El objetivo fue claro: contener la escalada de tensiones que llevó a la imposición de aranceles récord, con tasas de hasta 145% para productos chinos y 125% sobre bienes estadounidenses. Bessent afirmó que el pacto representa “intereses compartidos” y permitirá abordar el “déficit comercial masivo” que mantiene EE.UU. con China, una situación declarada como emergencia nacional durante el gobierno de Donald Trump. Por su parte, Greer destacó la rapidez con la que se alcanzó el consenso: “Las diferencias quizás no eran tan grandes como pensábamos”. Objetivos y próximos pasos Aunque los términos específicos del acuerdo aún no fueron revelados, fuentes cercanas a la negociación adelantaron que el entendimiento podría incluir: Reducción gradual de aranceles Compromisos comerciales por sectores Mecanismos de verificación bilateral Ambas delegaciones agradecieron al gobierno suizo por haber facilitado el diálogo, que representa un giro diplomático tras semanas de tensión creciente entre las dos principales economías del mundo. No obstante, analistas advierten que el anuncio de este lunes será clave para determinar si se trata de un camino hacia la estabilidad o simplemente de una tregua temporal. La guerra comercial ha impactado duramente sectores clave como tecnología y agricultura, con pérdidas estimadas en 200.000 millones de dólares para ambas economías. Este acuerdo preliminar se da además en la antesala de la cumbre del G7, donde el conflicto entre Washington y Pekín será uno de los temas centrales.