Este viernes 16 de mayo, Carlos Horacio Romero, propietario de la calera ubicada entre Pedernal y Divisadero, fue condenado por la muerte de Franco Marcelo Oro, el trabajador que perdió la vida en una trágica situación dentro de su establecimiento. El juez Javier Figuerola le impuso un año de prisión en suspenso y cinco años de inhabilitación comercial, tras hallarlo culpable del delito de homicidio culposo. El hecho ocurrió el 2 de octubre de 2024, cuando Oro, de 35 años, se encontraba trabajando sobre un horno de cal y cayó al interior tras el derrumbe de una de sus paredes. El accidente sucedió alrededor de las 9:30 de la mañana, y fue reportado a la subcomisaría Soria, desde donde acudieron al lugar para confirmar el fallecimiento del obrero. Según los testimonios recolectados, el trabajador estaba moviendo piedras en la parte superior del horno, cuando la estructura cedió y lo arrastró hacia el interior, donde su cuerpo fue hallado calcinado a unos tres metros de profundidad. La muerte fue instantánea. Uno de los datos más graves que surgieron en la causa es que la Policía Minera había inspeccionado la calera días antes del accidente y ordenado su clausura, debido a las graves falencias en materia de seguridad. Sin embargo, la actividad continuó de forma clandestina, y poco después, el lugar se convirtió en escenario de la tragedia.