En las últimas semanas, el departamento Calingasta ha sido escenario de una serie de devastadores ataques a la producción ganadera local, realizados por una jauría de perros. Las autoridades de seguridad han desplegado un operativo con patrullajes reforzados, pero aún no han logrado ubicar a los animales responsables de los incidentes. Los ataques comenzaron en mayo en la localidad de Hilario, cuando un grupo de perros ingresó al puesto de Luis Rojas y mató más de 30 ovejas. Poco después, en Sorocayense, el establecimiento de Lucas Ibaceta sufrió un ataque similar, lo que aumentó la alarma entre los ganaderos y habitantes de la zona. Ante el impacto en la economía local, las fuerzas de seguridad intensificaron sus esfuerzos para dar con los perros, implementando rastrillajes a caballo y el uso de tecnología en los márgenes del Río Los Patos y otras áreas clave como Hilario y Colón. En paralelo, las autoridades locales han solicitado la colaboración de los vecinos para recabar información útil que permita dar con los animales y prevenir futuros ataques a la producción ganadera. El llamado de los proteccionistas En medio de la situación, el proteccionista Luciano Castro compartió su visión sobre los ataques a través de las redes sociales, destacando que no se trata de perros cimarrones, sino de perros abandonados que, debido al hambre y al maltrato, se ven obligados a atacar a los animales de granja. Castro argumentó que la solución no radica en movilizar brigadas policiales para capturar a los perros, sino en prevenir las causas del problema social, como la reproducción descontrolada de los canes. En su mensaje, hizo un llamado urgente a las autoridades para que implementen una campaña masiva de castración para evitar la proliferación de animales abandonados, destacando que la única forma efectiva de abordar esta situación es mediante la educación y la responsabilidad de los propietarios de mascotas. Este enfoque, según el proteccionista, es clave para frenar la espiral de maltrato y abandono animal, y evitar futuras pérdidas en la producción ganadera, que ha sufrido severamente en las últimas semanas debido a los ataques.