Viernes 25.07.2025
Actualizado hace 10min.

Bomberos Voluntarios de Rawson se trasladan al Médano de Oro por problemas de seguridad

Ante reiterados robos y enfrentamientos con delincuentes armados, los Bomberos Voluntarios de Rawson se mudan a un predio más seguro cedido por la Unión Vecinal del Médano de Oro.    

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El cuartel de Bomberos Voluntarios de Rawson dejará de funcionar en el ex camping Foecyt, ubicado cerca de las calles Doctor Ortega y San Miguel, debido a la creciente inseguridad que sufren sus integrantes. Robos reiterados, daños a vehículos, falta de iluminación y hasta un violento enfrentamiento con delincuentes armados con cuchillos obligaron al cuerpo a buscar un lugar más seguro. Ahora, comenzarán a operar desde una nueva sede en el Médano de Oro, facilitada por la unión vecinal del barrio.

José Luis Vila, jefe del cuartel, contó a Diario Huarpe: “Nos cedieron ese espacio y armamos un cuartel con lo que teníamos, hasta adaptamos baños como dormitorios para las guardias. Pero ya no pudimos continuar: nos robaron materiales, herramientas, la batería y el cableado completo del camión, dejándonos sin capacidad para operar”.

El hecho más grave ocurrió cuando sorprendieron a dos personas robando a plena luz del día. “Tuvimos que reducirlos mientras nos atacaban con cuchillos. Fue una locura. Por suerte no sufrimos daños físicos, pero ya no podíamos seguir así”, relató Vila, claramente afectado. Los ladrones se llevaron principalmente elementos de poco valor comercial, pero esenciales para su trabajo diario.

El traslado surgió tras un contacto en un servicio realizado en el playón de la Superiora, donde se conectaron con vecinos del Médano y luego recibieron la oferta de la presidenta de la unión vecinal para usar un edificio que fue una antigua comisaría y está desocupado.

La nueva sede cuenta con tres ambientes y un amplio fondo con galpón techado donde ya pueden guardar el camión, la camioneta y montar un centro operativo. “No es grande, pero está cerrado, seguro y habitable. Es ideal para trabajar. Queremos instalar un destacamento y capacitar gente del lugar para evitar viajes largos”, explicó Vila, con la mirada puesta en el futuro.

Actualmente, el cuartel está conformado por 15 bomberos voluntarios, entre 23 y 57 años, que siguen trabajando con pasión a pesar de las dificultades: “Lo hacemos con muchísimo amor. No cobramos un peso, pero la mayor satisfacción es cuando alguien nos agradece y nos da un abrazo. Eso nos hace sentir millonarios en afecto”, concluyó el jefe del cuartel.