El abogado Fernando Burlando se refirió al caso de Lucía Rubiño y estableció un paralelo con el crimen de Fernando Báez Sosa, señalando que ambas causas presentan similitudes estructurales. No solo por la violencia de los hechos, sino también por un contexto marcado por encubrimientos y vínculos familiares de los acusados con miembros del Poder Judicial. En una entrevista radial, Burlando confirmó que fue contactado para intervenir en la causa y que conoce el expediente, destacando la participación de familiares de un juez federal, haciendo referencia al hijo de un camarista federal. Durante su análisis, Burlando cuestionó la actitud del fiscal a cargo de la investigación, quien en lugar de acusar, actuó defendiendo la absolución de uno de los imputados. Esta situación generó sorpresa entre los colegas presentes en las audiencias. El abogado subrayó que el accionar de ciertos integrantes del Ministerio Público y del Poder Judicial se aparta de su verdadera función: representar a las víctimas y administrar justicia de manera imparcial. Asimismo, destacó que detrás de estos casos hay familias destrozadas, que vivirán con el sufrimiento de sus hijos hasta el último día de sus vidas, tal como sucede con los padres de Fernando Báez Sosa. Burlando enfatizó que estos no son hechos pasajeros, sino situaciones que dejan una marca profunda y permanente en las víctimas y sus familias, por lo que la Justicia debe actuar con responsabilidad y respeto estricto al derecho. El abogado insistió en la importancia de que los magistrados se posicionen del lado de las víctimas y resuelvan con justicia, respetando los códigos y las leyes, evitando arbitrariedades o interpretaciones creativas que desvíen la búsqueda de la verdad. Finalmente, Burlando criticó a un pequeño grupo de magistrados, responsabilizándolos por acciones que erosionan la confianza pública en la Justicia. Sin embargo, reconoció que la mayoría de los jueces y juristas de la provincia son profesionales de excelencia, quienes terminan pagando las consecuencias por el mal accionar de esos pocos funcionarios que, según él, se alejan de la esencia del derecho.