El fútbol sanjuanino volvió a ser escenario de violencia este fin de semana, cuando un proyectil lanzado por hinchas golpeó al árbitro asistente Sebastián Fernández durante un partido en Villa Obrera. El incidente, ocurrido a los 37 minutos del primer tiempo, obligó a suspender el encuentro entre Colón y el equipo local. La tensión se desató tras la expulsión de un jugador de Colón, quien provocó con gestos a la hinchada local. En medio del caos, mientras Fernández trataba de calmar la situación, fue impactado por un bloque de concreto lanzado desde la tribuna. El golpe fue tan fuerte que el pedazo de block se partió al golpear su espalda, causando dolor en su hombro y brazo. "Yo no iba a continuar jugando así", afirmó el árbitro en declaraciones a Tiempo de San Juan. El árbitro principal consultó sobre su estado y, tras asegurarse de que no podía continuar, decidió suspender el partido. Fernández denunció el hecho en la Comisaría 30 y fue atendido por el médico legista, quien constató las lesiones. "Tengo raspada la espalda, todavía se ve la figura del bloque. Levanto el brazo y me duele, me duele todavía", relató, añadiendo que tuvo suerte de no haber sido golpeado en la cabeza, lo que podría haber causado una tragedia. Con 21 años de experiencia en el fútbol, Fernández se mostró alarmado por la creciente violencia en las canchas locales. "Es la primera vez que me pasa algo de esta magnitud y la verdad que es preocupante. La sociedad está muy alterada", expresó. El árbitro también hizo un llamado urgente a las autoridades para que tomen medidas más severas. Fernández instó a la Liga a aplicar sanciones ejemplares para evitar que hechos como este se repitan, advirtiendo que si no se actúa con firmeza, podría ocurrir una tragedia en el futuro. "Quedé con bronca por lo sucedido, la Liga tiene que actuar con mano dura, porque esto no va a dejar de pasar", concluyó.