Viernes 26.04.2024
Actualizado hace 10min.

Conocé la apasionante historia de Gabriela Pacheco para llegar a cumplir el sueño de montar su propia empresa

Hace aproximadamente un año y medio lo comenzó a soñar y hoy es realidad. Una historia de lucha y pasión, anhelando transformar los paisajes urbanos de la provincia de la mano de jardines verticales.

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El empuje de los emprendedores es a veces dificil de comprender. Personas ajenas al proyecto, no logran entender como algunas personas son capaces de correr todo a un segundo plano, dándole prioridad a luchar por conseguir sus objetivos con mediante el proyecto que soñaron.

En este marco, Dame Pyme te cuenta la historia de Gabriela Pacheco, odontóloga, de 37 años, quien creó hace aproximadamente un año y medio su empresa Ver de Cerca (Jardines Verticales).

El proyecto de esta mujer sanjuanina, consiste en la realización de  trabajos sobre el sistema patentado de Paisajismo Urbano. Desde Ver de Cerca, ofrecen el diseño y construcción de jardines verticales mediante arquitectrura verde que aporten el equilibrio necesario para mejorar lugares cotidianos, activar sentidos y generar atractivo estético "Los jardines verticales tienen un monton de beneficios. Atrapan polvos, metales pesados, son aislantes térmicos y acústicos, generan un montón de oxígeno para las personas, absorben dióxido de carbono, entre otros", comenta Gabriela Pacheco sobre algunos de los beneficios que brindan sus productos.

Además, la propietaria abre sus ojos y con una sonrisa expresa sobre los jardines verticales "Independientemente que seas o no un fan de la naturaleza, las platas y los espacios verdes, cuando pasás frente a un jardín vertical imponente, es imposible que no te genere nada. Hay algo que te conmueve", sostiene.

SUS COMIENZOS

El punto de partida de los proyectos suele venir cargado de entusiasmo y algunas historias inesperadas "Comencé con este delirio hace un año y medio aproximadamente. Me enteré que este producto, del cual tengo la patente, era creado por un español. Justo supe que el venía a Buenos Aires una semana, viajé a comprarle la patente y ahí directamente me terminó de impactar esta idea", cuenta Gabriela sobre como dio sus primeros pasos en el mundo del emprendedurismo.

Pero el entusiasmo y la pasión por materializar una idea, a veces suele ser un poco mas complicado de lo que se espera y este fue el caso de Pacheco "Cuando llegué de Buenos Aires, me di cuenta que estaba ante algo que no era tan simple, entonces decidí contactar un equipo de coaching, porque de odontóloga a intentar abrir una empresa no sabía por donde arrancar" explica claramente la empresaria recordando aquel momento, el cual logró capitalizar a su favor para transformar de a poco las incertidumbres en certezas "Este paso fue algo muy positivo, porque quizás vos tenés una idea en la cabeza, pero cuando la empezar a compartir, surgen miles de cosas que vos no tenías previsto".

Además Pacheco recuerda con mucho orgullo ese primer paso firme, ver de cerca su primer jardín vertical terminado "En mis comienzos, con mucho esfuerzo, hice un jardin vertical de 25 metros en la calle Jujuy entre Rivadavia y Laprida, donde está ubicado mi centro odontológico y ese proyecto en particular fue el que me dió un empuje que no esperaba"

Mientras recuerda aquel momento, se nota en su rostro la satisfacción del deber logrado y como las diferentes manifestaciones de la gente fueron dándole cada vez mas ánimo de continuar con su idea "La gente nos preguntaba por el jardín y la respuesta que recibimos me sosprendió. Nos felicitaba, cuidaba el jardín, fue algo muy divertido y motivador para seguir desarrollando y defendiendo la idea".

VER CADA ERROR COMO UNA OPORTUNIDAD

En los comienzos todo cuesta, claro que cuesta. Ningún emprendedor es ajeno al famoso mecanísmo de prueba y error o simplemente al desconocimiento de ciertos aspectos que llevan a equivocarse "Al principio tuve muchos problemas con el armado de los presupuestos. Me costó mucho encontrar un equilibrio entre los costos y la utilidad deseada y que el precio sea algo lógico para el cliente", cuenta Pacheco al referirse a uno de sus principales inconvenientes al arrancar con su proyecto. Pero en la inteligencia de cada emprendedor está el saber capitalizar los errores, inconvenientes o trabas que el camino presenta como nuevas oportunidades "Los emprendedores nunca dejamos de aprender. Vamos moldeando nuestra historia a medida que avanza. Tenemos que estar siempre abiertos a lo que pueda pasar y aprender de eso", expresa Pacheco.

SUEÑOS DE TRANSFORMACIÓN

Después de atravesar varios sin sabores, momentos de incertidumbre, idas y vueltas en sus estados de ánimo, Gabriela explica que "Ya tiene el proyecto en marcha, y algunos jardines verticales en construcción", además agrega que "La satifacción mas grande hoy, es todo lo que este proyecto me está haciendo crecer como persona".

En lo inmediato, al haber recibido el Fondo Semilla, proveniente del Estado, la empresaria ya comienza a proyectar ideas al corto, mediano y largo plazo para poner en marcaha firme su producto "La semana que viene empezamos a levantar en mi casa un invernadero de 87 metros cuadrados, para producir nuestras propias plantas", comenta.

Pensando a largo plazo, Pacheco sueña a lo grande y de una forma particular "Me encantaría intervenir los centros médicos u hospitales con jardines verticales y cambiar la perspectiva en estos ámbitos. Nadie va al médico por amor al arte, entonces sueño con crear espacio que haga que la gente que está atravesando un momento complicado de salud, o sus acompañantes, la pasen un poco mejor, o levanten su estado de ánimo, y creo que este tipo de productos pueden aportar mucho. No es lo mismo en esos estados mirar todos los días una pared, que un jardín verde", expresa.

"Tengo el enorme deseo que mi empresa en un futuro pueda explotar. Que podamos tapizar de jardines verticales lugares como la terminal, el aeropuerto, los hospitales, las escuelas, universidades", sentencia Gabriela.

UN EMPUJÓN PARA CRECER

La mayoría de los esfuerzos de los empredendores son a pulmón. Por este motivo, vale la pena destacar que existen incubadoras tanto privadas, públicas y mixtas que ofrecen capacitación, asesoramiento y créditos para emprendedores.

En el caso puntual de Ver de Cerca, a través de su propietaria Gabriela Pacheco, hay que decir que intentaron buscar apoyo en una serie de oportunidades en estas incubadoras y tuvieron diferentes experiencias.

Por un lado, en un primer momento, Pacheco acudió a una incubadora de carácter privado y su experiencia reveló que "El primer intento de conseguir fondos que nos ayuden a financiar el proyecto, lo canalicé por una incubadora privada, pensando que sería mucho mejor. Me fue pésimo, la experiencia no fue para nada positiva", según expresa la propietaria en primera persona.

Luego de esta experiencia negativa, incentivada por su equipo de coachings, acudió a solicitar un crédito al Estado, través del Fondo Semilla "Luego de esta mala experiencia, el equipo de coaching que trabaja conmigo me insistió para que solicitaramos fondos a través del Estado. Ahí fue que fui a averiguar sobre el Fondo Semilla. Me encontré una oficina llena de gente con una mentalidad de oro, con la camiseta puesta, dispuestos a ayudarte en todo. Me llevé una impresión muy linda y lo recomiendo ampliamente", explica la empresaria sobre su fructifera experiencia.

El Fondo Semilla consiste en que si tenés una idea, un emprendimiento productivo o un proyecto con impacto social, ambiental y/o con perspectiva de género, podés recibir asistencia técnica y acceder a préstamos de hasta $250.000. En el momento de ingresar, elegís una incubadora para que te ayude a aplicar al programa.

Por último, Gabriela Pacheco comenta sus sensaciones al recibir los fondos por parte del Estado y empieza a planificar el futuro soñado de su empresa Ver de Cerca "En el momento en el que me depositaron los fondos, fue una gran alegría y alivio, porque al fin siento ese respaldo para encarar a fondo el desarrollo del proyecto".

"El Fondo Semilla lo voy a destinar a todos los items que puedan ir haciendo crecer el proyecto en el mercado y hacerlo funcionar a partir de este dinero que recibí", sentencia.

Sin dudas, la lucha diaria es las principales banderas de aquellos que suañan con un proyecto y no paran hasta concretarlo. Teniendo en cuenta la pasión con la que pelea todos los días para ver crecer su empresa, Gabriela Pacheco cierra la charla con un alentador mensaje para todos los emprendedores "Los comienzos del emprendedor son super duros. Pasas de la euforia a la decepción en un ratito. Todo el tiempo te cuestionas las cosas, pero siempre la pasión que tenes por defender tu idea te lleva a seguir adelante".