La tormenta de granizo que se desató sobre Estambul, en Turquía, dejó como saldo varios heridos y graves daños materiales. El temporal provocó grandes inundaciones. Cientos de personas a las que el temporal los encontró en la calle tuvieron que resguardarse en estaciones de subte y colectivo. Las autoridades dispusieron al menos 7 mil personas para controlar la situación.                                   En el aeropuerto principal, una aeronave tuvo que aterrizar de emergencia. Muchos coches quedaron destrozados por la caída de árboles y el considerable tamaño del granizo. En algunos casos las piedras de hielo alcanzaron el tamaño de pelotas de tenis.