Después de algunos intentos realizados por científicos chinos, un equipo internacional logró "editar" genes de un embrión humano para evitar la transmisión de una mutación hereditaria que puede provocar muerte súbita, especialmente en atletas. El trabajo, realizado por un equipo internacional conducido por Shoukhrat Mitalipov, director del Centro para Células Embrionarias y Terapia Génica de la Universidad de Oregon, se publica hoy en Nature y marca un hito en el desarrollo de la para algunos prometedora y para otros temida "ingeniería genética". Emplea una técnica descubierta hace solo cuatro años que permite cortar y pegar segmentos de ADN de forma mucho más económica, rápida, versátil y sencilla que sus predecesoras. "Este es un momento de esos que nos hacen pensar en «un pequeño paso para el hombre y un gran paso para la humanidad» -dijo Jennifer Doudna, una de las descubridoras de esta técnica de edición genética, junto con Emanuelle Charpentier, amedios internacionales.  Considerada siempre una posibilidad remota, el experimento ofrece la esperanza de que llegará un día en que se podrá ejercer una suerte de "cirugía genética de precisión", que permitiría eliminar una multitud de enfermedades hereditarias. Por el otro, revive los fantasmas de los "bebes de diseño", a los que, a través de modificaciones del ADN en el embrión, podría eventualmente dotarse de capacidades especiales.  Aunque reconocen que el método no es perfecto, los investigadores (de la Universidad de Oregon y el Instituto Salk, de los Estados Unidos, el Instituto Coreano de Ciencia Básica, la Universidad de Seúl y el Instituto de Genómica de Pekín, China) esperan que con ajustes se podría alcanzar un 90% de efectividad. La Autoridad de Fertilización Humana y Embriología de Gran Bretaña, emitió una declaración en la que consigna que "los científicos británicos pueden solicitar permiso para editar embriones humanos para investigación, pero ofrecer [esta técnica] como un tratamiento es actualmente ilegal. (...) La edición genética debería ofrecer nuevas opciones a parejas en riesgo de tener un chico con una enfermedad genética que fueran más allá de los actuales tratamientos, como el testeo embrionario." Fuente: La Nación