El poderoso huracán Harvey tocó tierra la noche del viernes sobre la costa estadounidense de Texas, donde ya fue declarado el estado de catástrofe natural, con una fuerza no registrada en una década y que presagia "inundaciones catastróficas". Se espera que descargue más de 90 centímetros de lluvia en la costa de Texas y partes de Louisiana, ya que durará varios días. Si bien miles huyeron de lo que se espera que sean inundaciones devastadoras y la destrucción del huracán, muchos residentes desafiaron las órdenes obligatorias de evacuación y reunieron alimentos, combustible y sacos de arena. El presidente Donald Trump se encuentra en Camp David, el retiro oficial de los mandatarios estadounidenses en las montañas de Maryland donde tiene previsto pasar el fin de semana. Por su parte el vicepresidente, Mike Pence, coordinará en Washington la respuesta al huracán, que podría convertirse en el más potente que alcanza la costa de Estados Unidos en los últimos 12 años.